El IPC más alto desde 1992: sube hasta el 5,6% en noviembre por los carburantes y los alimentos

La inflación sigue acelerando a finales de año y en vísperas de la campaña de Navidad. La escalada del Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantiene imparable en noviembre por culpa ahora del encarecimiento de la gasolina y de los alimentos, es decir, de bienes básicos para las familias. La inflación, también conocida como el impuesto de los pobres, vuelve a mermar el poder adquisitivo de los salarios y de los ahorros de los españoles. La tasa de inflación subió dos décimas en relación al mes anterior, hasta un porcentaje del 5,6%, y marcó un nuevo récord desde septiembre de 1992.

Con el dato de noviembre, el IPC interanual suma ya su undécima tasa positiva consecutiva, según los datos avanzados publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Estadística subraya que en el comportamiento interanual del IPC destaca el incremento de los precios de la alimentación y, en menor medida, de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, en contraste con los descensos que experimentaron en noviembre de 2020.

Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente -índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- aumenta tres décimas hasta el 1,7%, con lo que se sitúa casi cuatro puntos por debajo de la del IPC general.

Desde el Gobierno siguen calificando este escenario de «efecto coyuntural», pese a que los precios siguen subiendo y minado el poder adquisitivo de los hogares. De hecho, los salarios en convenio registraron una subida del 1,55% hasta el mes de octubre, muy por debajo del dato de inflación.

Subida de las pensiones

De confirmarse este dato del IPC el próximo 15 de diciembre, las pensiones subirán un 2,5% a partir del 1 de enero de 2022 gracias a que volverán a revalorizarse con la inflación, según aprobó el Ejecutivo en la primera tanda de la reforma. Este alza de las pensiones afectará a los 9,8 millones de pensiones contributivas, mientras que las mínimas y no contributivas se incrementarán un 3%.

En consecuencia, con el dato de la inflación adelantada de noviembre sobre la mesa, la media de los últimos doce meses se sitúa en el 2,5%. Con la tasa resultante de 1,6 puntos se compensará el desvío de la inflación -ese 1,6%- después de que las rentas de los jubilados subieran un 0,9% en 2021. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ya cifró el coste de esta paga compensatoria en unos 1.900 millones de euros, que se abonarán en el mes de enero a los pensionistas pero con cargo a los Presupuestos en 2021.

A la parte de compensación por la desviación de los precios hay que añadirle la misma cuantía para consolidar la nómina de las pensiones de cara a 2022, es decir. otros 1.900 millones. Por tanto, la cuantía total de la ‘paguilla’ rondará los 3.800 millones de euros.

Esta será la última ‘paguilla’ compensatoria que desembolsará el Ejecutivo, ya que que a partir del 1 de enero las pensiones comenzarán a revalorizarse por ley y en función de la media del IPC del año anterior, en vez de en base a una previsión de inflación.