Preocupación en el PNV al perder capacidad de influencia sobre el Gobierno de Sánchez

Las alarmas saltaban en el cuartel general de los nacionalistas vascos el lunes a mediodía. Arnaldo Otegi abría telediarios desde su sede de San Sebastián anunciando a bombo y platillo el sí de Bildu a los Presupuestos Generales. Los independentistas vascos, en un golpe de efecto, tomaban la delantera al PNV como primer apoyo confirmado del Gobierno.

El mensaje de Otegi, que hace más de un mes ya había insinuado el apoyo de su formación a las cuentas, traía además un segundo regalo. En su rueda de prensa anticipó que el voto favorable de Esquerra Republicana también estaba cerca. Un apoyo que se confirmó 24 horas después y que terminó relegando al PNV al tercer plato del banquete de los Presupuestos.

El propio Aitor Esteban reconocía en rueda de prensa que la de este año ha sido una negociación «atípica» y anunciaba una última bala: una posible enmienda en el Senado para atar, de una vez por todas, la llegada del Tren de Alta Velocidad al País Vasco. «Hasta el rabo todo es toro», advertía, en un intento aparente de trasladar a sus votantes el mensaje de que sus escaños todavía podían ser decisivos.

Tampoco le ha salido bien al PNV esta semana su intento de conseguir desvincular los vinos de la Rioja Alavesa de los vinos de Rioja, una propuesta que ha puesto al sector en pie de guerra y al PSOE de perfil, de forma que ha tenido que retirarla.

Pese a todo, en las filas nacionalistas insisten en la buena sintonía con el Gobierno de Sánchez. En la única entrevista que ha concedido Esteban tras la votación de los Presupuestos, el portavoz peneuvista insistía en que existe «un buen canal de comunicación» y aseguraba estar satisfecho porque se han conseguido «cosas importantes». Eso en público, porque en privado los nacionalistas no esconden cierta preocupación ante la posibilidad de estar perdiendo influencia. Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la dirección de la formación nacionalista, sus proyecciones apuntan a un escenario futuro con dos bloques mayoritarios, PNV y Bildu, y un PSE consolidado que tenga la llave de la gobernabilidad. Y en ese escenario, estas mismas fuentes no descartan que a medio plazo los independentistas terminen por ser los socios escogidos por los socialistas.

Y es que los problemas de los jeltzales podrían haber empezado un día antes del sí de Otegi a los Presupuestos. El pasado domingo, Eneko Andueza se proclamaba nuevo secretario general de los socialistas vascos, dejando atrás la etapa de Mendia. Se trata de un perfil algo más joven y más cercano a la izquierda abertzale y, nada más ser elegido, reconocía públicamente su intención de explorar nuevas opciones de Gobierno una vez termine la legislatura.

Fuentes de los socialistas vascos quitan importancia a estas declaraciones. «Valoramos positivamente el apoyo de Bildu, y también del PNV a los Presupuestos» pero creen que no hay que entender la nueva estrategia de los independentistas más allá de un cambio de guion de cara a sus votantes. En ningún caso, han asegurado a ABC, cabría pensar en que lo ocurrido en el Congreso afecte al pacto PNV-PSE que en la actualidad gestiona todas las instituciones importantes del País Vasco.