Funcas tumba el optimismo del Gobierno y rebaja el crecimiento del PIB en 1,2 puntos para 2021

Tras el varapalo del Banco de España y la Airef al Ejecutivo, llega el golpe de Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), que hoy ha rebajado el crecimiento para 2021 desde el 6,3% anterior al 5,1% para 2021, es decir, 1,2 puntos menos que lo previsto. Las razones de esta reducción tan drástica se basan tanto en la revisión del INE como en el encarecimiento de la energía y en la crisis de las materias primas y en la escasez global de suministros, según explicaron en rueda de prensa el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura, Raymond Torres.

En detalle, de las Previsiones económicas para España 2021-2022 elaboradas por la Funcas se extrae que el recorte para 2021 se explica en gran parte por la demanda interna, cuya aportación se reduce en seis décimas. También destaca el menor crecimiento previsto del consumo privado de los hogares por el impacto de la subida de los precios. «Su renta disponible se estancará en términos reales frente al incremento del 1,7% esperado en julio», apunta la entidad. De igual manera, la actividad empresarial acusará el alza de los costes de producción, con una moderación del crecimiento de la inversión. Por el contrario, el consumo público si se revisa al alza, como resultado de la evolución del gasto de las administraciones en personal. Por su parte, la contribución del sector exterior será de cuatro décimas frente a las tres previstas en julio, debido a que el buen comportamiento de las exportaciones compensará la pérdida de vigor de la economía mundial.

No obstante, Funcas añade que los indicadores disponibles del tercer trimestre apuntan a un importante repunte del crecimiento que permitirá compensar el débil comportamiento de la economía entre abril y junio, sobre todo, por un rebote del turismo más vigoroso de lo calculado de forma inicial.

Además, para 2022 la previsión de crecimiento se revisa en dos décimas al alza, hasta el 6%, gracias al desplazamiento de la demanda embalsada durante la pandemia. Desde Funcas aclaran que el consumo privado se ha revisado al alza debido al desplazamiento a 2022 de parte del ahorro embalsado que se esperaba que se liberara este año y al aumento de la renta disponible en términos reales de las familias a partir de la próxima primavera, cuando se espera que se frene el brote inflacionario.

Así, los expertos de Funcas concluyen que el encarecimiento de la electricidad y otros productos energéticos, unido a los cuellos de botella de suministros como los semiconductores, los metales y los minerales, seguirán presionando la inflación. En concreto, Torres destacó que el aumento de los precios de producción, que registraron una subida en septiembre un 23,6% y más en concreto los bienes intermedios con un aumento del 16% y la energía con un incremento del 56,3%. Esto implica, para Funcas, una pérdida de poder adquisitivo de 8.600 millones de euros para los consumidores y también impactará en el IPC, que «podría rozar» el 5% a finales de año.

En consecuencia, Funcas advierte de que el ciclo alcista de costes podría ser más persistente y, de durar más allá de la primavera próxima, los hogares y las empresas se enfrentarían a recortes de poder adquisitivo que restarían vigor a la demanda. La inflación alcanzaría el 2,9% en 2022 -siete décimas más que en el escenario central-, frenando el rebote de la demanda interna, y el crecimiento del PIB se recortaría hasta el 5,5%, es decir medio punto menos.

Cascada de avisos

Pese a las actualizaciones de varios organismos, el Gobierno mantiene unas previsiones de crecimiento del 6,5% para este año y del 7% en 2022. El Ejecutivo sigue empeñado en seguir adelante con una proyección optimista a pesar de la cascada de avisos recibidos durante las última semanas y tras el jarro de agua fría de Estadística. BBVA Research, Caixabank Research, el FMI, la Airef y hoy, Funcas ya han reducido drásticamente sus cálculos para el presente ejercicio.

Esta misma semana, el Banco de España y la Airef dieron un aviso al Ejecutivo, que se empeña en mantener sus proyeccciones de PIB a pesar de la fuerte revisión realizada por Estadística y de factores como la subida de los precios de la electricidad. El supervisor ha advertido de que revisará a la baja sus predicciones de crecimiento el próximo diciembre, mientras que la Airef ya ha pasado de augurar un crecimiento del 6,4% para este año a un 5,5%, es decir, nueve décimas menos.

La actualización de las cifras de los diferentes organismos se basa principalmente en la rebaja anunciada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que redujo el rebote del PIB desde el 2,8% al 1,1% en el segundo trimestre del año en curso. «Una rebaja de una magnitud tan elevada comporta, de forma mecánica (…), una reducción sustancial de la tasa media de crecimiento del PIB para 2021 y, en menor medida, también de la de 2022», puntualizó el pasado lunes el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.