El Papa manifiesta «cercanía y solidaridad» a los damnificados por la erupción en La Palma y al personal de socorro

El Papa Francisco ha manifestado este domingo su «cercanía y solidaridad a los damnificados por la erupción del volcán en la isla de La Palma, en las Islas Canarias».

Durante su encuentro con millares de fieles para el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, ha añadido que piensa especialmente «en quienes se han visto obligados a abandonar sus propias casas». Y ha invitado a rezar a María, «venerada en esa isla como Nuestra Señora de las Nieves por esas personas sometidas a una prueba tan dura, y por el personal de socorro».

Comentando el Evangelio del día, Francisco ha alertado vigorosamente contra «la tentación de la cerrazón», que ha sido «raíz de muchos grandes males de la historia, del absolutismo que a menudo ha generado dictaduras y de muchas violencias hacia quien es diferente».

El Papa ha advertido que «es necesario velar sobre la cerrazón también en la Iglesia. Porque el diablo, que es el divisor – sinónimo de diablo – siempre insinúa sospechas para dividir y excluir».

Por eso ha invitado a pedir «la gracia de superar la tentación de juzgar y de catalogar, y que Dios nos preserve de la mentalidad del pequeño grupo que se considera bueno».

Se ha referido, concretamente, «al sacerdote con sus fieles, los trabajadores pastorales cerrados entre ellos para que nadie se infiltre, los movimientos y las asociaciones en el propio carisma particular, etc».

Esa actitud, «corre el riesgo de convertir las comunidades cristianas en lugares de separación y no de comunión» lo cual traiciona el mensaje pues «el Espíritu Santo no quiere cierres; quiere apertura, comunidades acogedoras donde haya sitio para todos».