El Barça suma un nuevo empate tras una mala primera parte y perjudicado por la expulsión de Frenkie de Jong
La agonía del Barcelona continúa y el crédito de Ronald Koeman sigue menguando después de un nuevo empate que esta vez tuvo un pequeño asterisco. Sí, la expulsión de De Jong fue injusta y llegó cuando el equipo azulgrana empezaba a mostrar algo (no una barbaridad, aunque apretaba por fin), pero eso no justifica la primera parte que protagonizaron, de nuevo sin alma. No superó la asignatura del resultado el conjunto azulgrana, la más importante en estos momentos porque necesita triunfos, pero tampoco la del juego, que también se le exige al técnico neerlandés, desesperado en la banda y expulsado al final del encuentro. El equipo de Álvaro Cervera está muy bien trabajado y sabe defenderse, por tanto o se le da velocidad a la pelota y hay movimiento o es imposible. Ni una vez logró el Barça encadenar una jugada que llevara a generar una ocasión en la primera mitad. Tuvo el balón, tenía la idea, pero le faltaba la calidad. Sin uno contra uno, muy previsible, sólo el canterano Gavi y Frenkie de Jong intentaban desmarcarse y ofrecerse, hacer una pared, ganar el espacio a la espalda, mientras Memphis hacía la guerra por su cuenta con alguna acción. Poco más. Mucha pelota para nada. Desesperante Luuk de Jong en ataque, tanto para presionar como para ir a rematar, tímidos Mingueza y Demir por la derecha y participativo Dest por el otro lado, pero para decidir mal en casi tocas las acciones o pases. Más ruido que nueces suele ser lo suyo.No encontraba el camino el Barcelona y tampoco encontraba la portería de Ter Stegen el Cádiz con su plan de lanzarle balones directos a Negredo. El delantero se las sabe todas y se peleó con éxito con Piqué, pero las segundas jugadas que generaba no eran suficientes. Tampoco el dinamismo de Arzamendia. El resultado fue un primer tiempo aburrido con una desgracia al final por la lesión de Fali.
El cambio no tardó en llegar porque en la primera acción de la segunda parte Negredo enganchó un disparo que hizo volar a Ter Stegen. Eso dio paso a los primeros momentos buenos del Barcelona. A Koeman no le gustó la primera parte y la sustitución fue meter a Sergi Roberto en banda, muy abierto para que aparecieran más espacios por dentro haciendo el equipo muy ancho. Lo encontró Luuk de Jong donde menos se le espera, en un pase medido que Memphis no acertó a rematar. Chutó al aire, midió mal. El delantero neerlandés tuvo la segunda con un remate con la izquierda que paró Ledesma con una buena estirada.
Entonces, en cinco minutos todo estalló. Frenkie de Jong vio dos amarillas en un instante y la segunda tarjeta no era ni falta, porque se tiró a por un balón dividido y se lo llevó. Comenzó entonces el tercer partido dentro del mismo partido. Con Perea, Choco Lozano y Salvi encontró velocidad el Cádiz y con un jugador más tuvo la valentía necesaria para lanzarse al ataque. El duelo enloqueció en un ida y vuelta en el que pudo pasar de todo, pero no estuvieron acertados ni Jonsson ni Sobrino por un lado ni Memphis ni Coutinho, que jugó unos buenos minutos, en el otro.
El Barcelona le volvió a echar casta, pero no le dio con eso. Las limitaciones que tiene son evidentes a la espera de que regresen los lesionados. Lo que no se sabe es si para ese momento estará todavía Koeman.
