Reino Unido da la puntilla al turismo: España vuelve a quedar fuera de la ‘lista verde’

España vuelve a quedar fuera de la lista de países considerados seguros por Downing Street para viajes por ocio. El Gobierno de Boris Johnson ha actualizado este jueves el sistema semáforo y ni siquiera Baleares o Canarias han conseguido salvarse de las restricciones. Tanto la península como las islas continúan en la lista naranja, lo que obliga a los pasajeros a guardar cuarentena a su regreso al Reino Unido y realizar varios test cuyo precio ronda los 500 euros por persona.

Se trata de un gran varapalo para el turismo, sector que representa el 12% del PIB español. Cada día sin británicos, España está perdiendo 80 millones de euros de ingresos. En la era pre pandemia, no solo eran la clientela más fiel, sino también la más generosa. El gasto medio por ‘british’ superaba los 1.100 euros, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ningún país ha logrado pasar de la lista naranja a la verde. Es más, Portugal ha realizado el camino inverso, lo que pone de relevancia la cautela que está llevando a cabo el Reino Unido a la hora de ejecutar el desconfinamiento, pese a que el 72% de la población adulta ha recibido ya la primera dosis de la vacuna y la mitad cuenta ya con los dos pinchazos. En principio, estaba previsto retirar todas las restricciones de cara al 21 de junio. Pero los expertos piden que se aplace unas semanas debido al preocupante ascenso de casos de variante india, más contagiosa aún que la británica.

Apenas hay un puñado de países en verde, entre ellos Australia, Islandia, Israel, Singapur o Nueva Zelanda, así como pequeños archipiélagos de la Commonwealth. Siete países más han pasado de la lista naranja a la roja (donde solo se recomienda viajar bajo situaciones extrema), entre ellos, Afganistán, Baréin, Costa Rica, Egipto, Sri Lanka, Sudán y Trinidad y Tobago.

Ningún destino europeo

Los factores fundamentales para valorar los países seguros ante la pandemia son el porcentaje de población vacunada, la tasa de infección, la prevalencia de variantes preocupantes y el acceso del país a datos científicos y secuenciación genómica fiable.

En función de estos datos se ha establecido un sistema semáforo, por el cual, los pasajeros que viajen a los destinos de la “lista verde” tendrán que realizarse un test tanto a la ida como a la vuelta, pero no tendrán que realizar cuarentena a su regreso al Reino Unido. Quienes vayan a territorios de “la lista naranja” -donde también se encuentran ahora otros destinos populares como Francia o Grecia- deberán aislarse diez días a su regreso y hacerse una prueba antes de volver y dos ya a su regreso al Reino Unido (con la opción de una tercera al quinto día si se quiere acortar el aislamiento). Por su parte, los viajeros de “la lista roja”, tendrán que hacer a su regreso cuarentena en un hotel (con un coste de aproximadamente 2.000 euros) y un mínimo de tres pruebas diagnósticas.

Cuando el pasado 7 de mayo se presentó por primera vez el sistema semáforo, Portugal se incluyó en la escueta lista de 12 destinos exentos de restricciones. Y, sin embargo, a partir del 8 de junio, todos los pasajeros que regresen al Reino Unido procedentes de este país tendrán que realizar cuarentena. A excepción de Gibraltar, no queda ya ningún destino europeo en la lista verde.

El miércoles, Portugal (con una población de 10,12 millones de habitantes) registró 724 nuevos casos de coronavirus. Ese mismo día, el Reino Unido (con una población de 66.8 millones) registró 4.430 nuevos casos.

“La decisión de mover a Portugal es por seguridad para darnos la mejor oportunidad de desbloquear las restricciones a nivel nacional”, señala el ministro de Transporte, Grant Shapps, quien puntualizó que se había registrado una duplicación de las tasas de infección desde la primera revisión a principios de mayo. “También hay una especie de mutación en Nepal de la llamada variante india que se ha detectado, y simplemente no sabemos aún si puede ser resistente a las vacunas. No queremos correr ningún riesgo”, añadió. “Solo pedimos un poco más de paciencia”, recalcó.

La revisión del sistema semáforo coincide con la llegada al Reino Unido de cientos de aficionados del Chelsea que regresaron de la final de la Liga de Campeones en Oporto en tres vuelos, a los que ya se les ha pedido aislarse mínimo tres días.

Las vacaciones, en peligro

El grupo de consumidores Which ha advertido que los pasajeros podrían perder miles de libras si reservaban sus vacaciones y luego las cancelaban repentinamente, ya que la mayoría de las compañías de viajes estaban en su derecho a negar un reembolso porque legalmente sí está permitido viajar por ocio desde el pasado 17 de mayo. Aunque el consejo del Gobierno es visitar los países de la lista ámbar solo si es por un motivo de fuerza mayor.

El pasado fin de semana (aprovechando el puente que celebraba el Reino Unido), más de 60.000 británicos viajaron a nuestro país, pese a las actuales restricciones. El número de aviones -más de 284- se han triplicado respecto a la semana anterior. Pero eso no es suficiente para el sector del turismo.

Los turistas británicos siempre han supuesto para España una de sus principales clientelas. En 2019, los 18 millones de visitantes procedentes del Reino Unido supusieron un 23% del total de los turistas recibidos en nuestro país. Gastaron cerca de 18.000 millones de euros. En 2020, sin embargo, tan solo se registraron 3,2 millones de visitantes en plena pandemia. Los británicos pasaron del primer puesto del ‘ranking’ al tercero, por detrás de Francia y Alemania, debido entre otras a las duras restricciones impuestas por Downing Street. La asociación de empresas turísticas españolas Exceltur considera que la ausencia de turistas británicos en este junio puede suponer 386 millones a la semana.