Oraciones comunes de los cristianos de la Iglesia Católica III

Veni Creátor

Ven, Espíritu Creador,
visita las alms de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.

Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros
los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.

Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor
en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad
de nuestro cuerpo.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.

Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Esíritu,
por los siglos de los siglos.

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ven Santo Espíritu

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No peritas que me aparte de Tí.
Del Maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Tí,
para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Acordaos

Acordaos,
oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu asistencia
y reclamando tu socorro,
haya sido abandonado de tí.
Animado con esta confianza,
a tí también acudo,
oh Madre,
Vírgen de las vírgenes,
y aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer
ante tu presencia soberana.
No deseches mis humildes súplicas,
oh Madre del Verbo divino,
antes bien, escúchalas
y acógelas benignamente. Amén.

YO PECADOR

Yo confieso
ante Dios Todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María,
siempre Virgen, a los ángeles,
a los santos
y a vosotros, hermanos
que intercedáis por mí
ante Dios nuestro Señor. Amén.

El Credo

Creo en Dios Padre todopoderoso,
Creador
del cielo y de la tierra.
Creo
en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro
Señor;
que
fue concebido por obra y gracia
del
Espíritu Santo,
nació
de Santa María Virgen;
padeció
bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto ysepultado;
descendió
a los infiernos,
al
tercer día resucitó de entre los muertos;
subió
a los cielos y está sentado
a
la diestra de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde
allí ha de venir a juzgar
a
los vivos y a los muertos.
Creo
en el Espíritu Santo;
la
Santa Iglesia Católica,
la
Comunión de los Santos;
el
perdón de los pecados,
la
resurrección de la carne;
y
la vida eterna. Amén.