El PSG sonríe en una eliminatoria colosal

El recital de fútbol regalado por los dos finalistas del año pasado acabó cayendo del lado de un PSG que, pese a la actuación estelar de Neymar, acabó superando la eliminatoria por los pelos gracias a la determinación de un Bayern que vendió cara su derrota y apuró sus opciones hasta el final.

En el imaginario colectivo permanece esa sensación de que al PSG le tiemblan las canillas en esta clase de partidos. Que si se les aprieta lo suficiente entran en pánico y acaban deshaciéndose como un azucarillo. Ejemplos hay de sobra en el pasado, y con esa determinación salió el Bayern al Parque de los Príncipes. El equipo bávaro quiso evitar de inicio las urgencias por remontar, pero fue un intento fugaz, un espejismo. El juego veloz y desenfadado de los locales acabó inundándolo todo y volvió a convertir el duelo en una bendita locura, un bello espectáculo entre dos grandes equipos.

Ocurre que en el campo se encontraba un Neymar inspirado y libre de traumas, un futbolista en plenitud cuyo brillo acabó por iluminarlo todo. El brasileño se echó a su equipo a la espalda y proporcionó una exhibición de un valor incalculable durante toda la primera mitad. Bien acompañado por Mbappé, el exazulgrana se convirtió en un diablillo insoportable para los defensores bávaros.

Hasta tres veces se topó con la madera en ese primer acto, dos de ellas de forma consecutiva. Neuer resoplaba como nunca, agradecido por salir vivo de aquel asedio.

Mbappé también tuvo las suyas, y hasta Di María pudo desequilibrar la balanza. Pero la fortuna sonrió de forma inmerecida al Bayern, que a los puntos era el claro perdedor.

La conexión que encontraron por la izquierda Davies y Coman, la única que parecía funcionar en los alemanes, explotó el flanco débil de la defensa parisina para que Choupo-Moting abriera el marcador. Un gol cerca del descanso que ponía la eliminatoria al rojo vivo y el azucarillo en remojo. El pánico empezó a sobrevolar sobre París.

A la vuelta de los vestuarios siguió el pulso a pleno pulmón. A Neymar le faltó una talla de bota para empujar a la red otra asistencia letal de Di María. Se le seguían escapando oportunidades al PSG para dar carpetazo a la eliminatoria.

Fue en los minutos finales cuando el vigente campeón se lanzó con todo a por las semifinales, pero en el correcalles en que se convirtió el partido no fue capaz de encontrar el segundo gol.