Los 27 condenan a Rusia por el caso Navalni y se exponen a la ruptura

El alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, considera que la Unión Europea y Rusia han entrado en un «estado de confrontación» después de que los ministros de Exteriores de los Veintisiete decidieran hoy aplicar sanciones contra aquellas personas a las que se considere responsables de violaciones contra los derechos humanos en el caso contra el opositor Alexéi Navalni y sus seguidores. La decisión no se ha materializado todavía porque aún no se ha elaborado una lista de personalidades a las que se prohibirá su entrada en territorio europeo, pero anticipa un periodo de tensiones pero significa un paso que hace más complicadas las relaciones.

Por ahora, las primeras reacciones de Moscú han sido contenidas. El embajador ruso en Bruselas, Vladimir Chizov, ha difundido unas declaraciones suyas hechas hoy a un medio alemán en las que afirma que por ahora «Rusia no congela ninguna vía de cooperación» y «sugerimos de manera consistente y tranquila promover la cooperación mutuamente beneficiosa y discutir cualquier tema contencioso de manera respetuosa y abierta. Tan pronto como encuentren la fuerza y la voluntad política para abandonar el pedestal de su excepcionalismo imaginado y volver a una cooperación pragmática e igualitaria, las relaciones Rusia-UE ciertamente florecerán de nuevo».

Los ministros europeos han decidido aplicar por primera vez el nuevo régimen de sanciones aprobado en diciembre pasado y que enmarca más precisamente su alcance legal, porque estas medidas siempre pueden ser recurridas ante los tribunales. Borrell, que fue humillado hace dos semanas en una encerrona preparada por su colega ruso Serguei Lavrov, ha afirmado además que la propuesta de aplicar estas sanciones «ha sido mía» y que la han respaldado por unanimidad todos los países, probablemente debido a la situación creada por su visita a Moscú. «No hubo ninguna crítica sobre mi viaje a Moscú. Al contrario, todos los Estados miembros han apoyado y considerado que, en último término, el viaje ha proporcionado buena información sobre cuál es la posición de Rusia y la forma que tenemos que tratar con ellos. La actitud rusa ha provocado que la UE cerrara filas».

La lista, en una semana

Borrell debe presentar una lista con los nombres de esas personalidades a las que se van a aplicar las sanciones habituales que incluyen además de la prohibición de entrar en la UE, la congelación de sus bienes bajo jurisdicción comunitaria. Según el alto representante esas sanciones se aprobarán «pronto. Tal vez una semana, pero no más que eso».

Por su parte, el embajador ruso decía sobre las sanciones que desde Moscú «estaremos listos para responder» y que «en cualquier caso, la parte rusa basará sus acciones en hechos y análisis más que en suposiciones y emociones».

La lista contendrá personas directamente relacionadas con el caso Navalni pero no a oligarcas, como piden los seguidores del opositor encarcelado, porque es necesario que exista una relación directa entre la persona sancionada y los hechos que se consideran. «Si no existe un vínculo que podamos probar ante el tribunal, no lo podemos utilizar. Así funciona el Estado de derecho», dijo el Alto Representante.

Una parte de las discusiones contó con la participación telemática del nuevo secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, con el que los ministros europeos coincidieron en señalar las relaciones con Rusia y China como un «importante desafio» para las dos orillas del Atlántico.