Casado anuncia el cambio de sede del PP para romper con el pasado de corrupción

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha presidido hoy el Comité Ejecutivo Nacional, en el que se ha analizado el mal resultado de su partido en las elecciones catalanas del 14-F. Durante la noche electoral, el secretario general, Teodoro García Egea, ya señaló que la culpa del pésimo dato en las urnas era, sobre todo, de Bárcenas y la corrupción del pasado. Hoy, en la reunión interna, Casado ha anunciado que el PP cambiará de sede nacional, para romper con esa etapa negra del partido. Ahora mismo, la sede nacional del PP, en Génova, 13, está bajo la lupa judicial, ya que se investiga si su reforma se pagó con la caja B.

En este Comité Ejecutivo no ha habido autocrítica ni anuncios de cambios en el rumbo del partido. Al contrario, Casado se ha reafirmado en su proyecto de centro y ha culpado a una «tormenta perfecta» orquestada por sus adversarios del mal resultado del 14-F. «Debemos mantener el rumbo. Las velas están bien orientadas, habrá veces que soplará menos viento, o que haya peor oleaje, pero tenemos el mejor barco de toda la política española y la mejor tripulación que sois vosotros», ha remarcado.

El cambio de sede estaba en del debate interno del PP desde hacía mucho tiempo. La bomba informativa la ha soltado Casado durante su intervención, en la que ha atribuido al «pacto» de Bárcenas con la Fiscalía en plena campaña un daño crucial al PP, que desde ese momento cayó en picado en las encuestas.

Casado lo ha anunciado así: «Cambiaremos la sede nacional del Partido Popular de ubicación, pues considero que no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales».

En un discurso muy duro contra los escándalos de corrupción y el uso que se ha hecho de ellos en la campaña, ha asegurado que el PP no volverá a dar explicaciones sobre casos del pasado que afecten a personas desligadas del partido. «Desde hoy, esta dirección nacional no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada que corresponda a una acción personal que no haya sido en beneficio del partido o incluso haya podido perjudicarle».

Además, el líder del PP ha explicado que el partido creará un nuevo departamento de «compliance» que establecerá mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y un canal anónimo de denuncias con absolutas garantías, a semejanza de lo que sucede en las grandes empresas.

«Debemos apostar por una regeneración justa sin actitudes inquisitoriales, pero con claridad y firmeza ante la opinión pública», ha sostenido Casado.

Respaldo a Alejandro Fernández

El presidente del PP había convocado el Comité Ejecutivo después del fracaso en Cataluña, donde la candidatura encabezada por Alejandro Fernández ha caído de 4 a 3 diputados, muy lejos de los ocho que el partido se había marcado como objetivo.

Casado ha sido muy claro al apoyar a Alejandro Fernández, al que ha dedicado elogios elocuentes y ha expresado toda su confianza en el proyecto que representa, basado en una propuesta de convivencia, prosperidad y concordia para Cataluña.

«Alejandro Fernández ha demostrado ser el mejor candidato y tiene todo nuestro apoyo. Como dije antes incluso de convocarse las elecciones, representa un proyecto de largo recorrido para Cataluña que no acaba ahora, sino que empieza», ha subrayado.

Ante las críticas que ha recibido desde distintos sectores por la estrategia «fallida» en Cataluña, Casado ha recordado que los presidentes autonómicos han participado en la campaña, y por tanto son también responsables de lo que allí ha ocurrido. El líder del PP lo ha dicho a su manera, claro, de una forma más indirecta: ««Os agradezco a todos vuestra implicación en campaña, en especial a los presidentes autonómicos y alcaldes, para llegar a todo el territorio, y para dar un enfoque nacional que el resto de partidos había dado también».

De la misma manera, ha mostrado, también a su manera, su respaldo al secretario general, Teodoro García Egea, al que apuntan desde algunos sectores internos como responsable: «Quiero agradecer al secretario general, los vicesecretarios y los portavoces su trabajo al servicio del PP catalán».

No ha habido nada de autocrítica en la intervención de Casado. Al contrario, ha comentado que no se esperaba la «tormenta perfecta» que le habían preparado sus adversarios.

«Nunca antes se había visto tal despliegue de ataques en plena campaña electoral y la tergiversación de nuestras declaraciones, ni la implicación de la Fiscalía General del Estado, el CIS y los medios públicos al servicio de un partido», ha denunciado.

Casado ha vuelto a denunciar esa doble de vara de medir, que ha colocado a Bárcenas como protagonista en la campaña, frente a un «silencio atronador sobre la imputación de la presidenta del PSC, la implicación de tres ministros de Sánchez en la trama Isofotón o los casos de corrupción de financiación ilegal actuales del vicepresidente del Gobierno de España».

Manual de resistencia

Pero el PP y él mismo, ha advertido, también tienen su propio manual de resistencia, en alusión al libro que firma Sánchez sobre su complicada trayectoria en el PSOE.

Casado ha reafirmado su proyecto, pese al tropiezo en Cataluña y ha subrayado que no se pueden extrapolar estos resultados al conjunto nacional: «Perder ahora otro escaño es una mala noticia que asumimos, pero que no va a debilitar nuestro proyecto».

Sí que habrá cambios en Cataluña. En concreto, Casado ve más necesario que nunca que reconstruir su proyecto en esa comunidad, «reforzando la estructura de partido pueblo a pueblo», y con una presencia continua allí de los dirigentes populares, con una oferta de estabilidad política, prosperidad económica y concordia civil que ha basado nuestra actuación, también en campaña.

Con ese propósito, Casado ha encargado al Comité de Dirección nacional y autonómico un plan estratégico de recuperación del espacio electoral del PP en Cataluña.

Convención en otoño

Casado ha dejado claro que el PP debe seguir en la centralidad y huir de los extremos y ha anunciado una Convención nacional el próximo otoño, con un documento político estratégico «como convocatoria abierta a los españoles, incorporando a representantes de la sociedad civil, distintos sectores y captando talento dentro y fuera del PP».

El PP mantendrá el rumbo que marcó Casado en la moción de censura del pasado mes de octubre, en la que rompió de manera expresa con Vox y con Santiago Abascal. Nada ha cambiado en eso ni cambiará pese a un resultado en Cataluña que, según ha explicado el líder del PP, no se puede extender al resto de España. En ese sentido, ha reivindicado el discurso en la moción de censura como hoja de ruta de su proyecto de centro derecha moderado y transversal.

«Quiero reafirmar, una vez más, mi planteamiento en el Congreso Nacional de ampliar nuestra base electoral en el centro político», ha asegurado. Y aunque ahora ve al PP cerca del empate técnico con el PSOE, ha señalado el momento en el que espera que su partido dé el salto adelante: «Una vez que la vacuna derrote al virus el PP debe ofrecer un proyecto que permita recoger los escombros y reconstruir un país cuyas cicatrices son mucho más profundas de lo que la propaganda gubernamental permite ver».

Casado ha terminado su intervención con una autodefensa de su labor. Sus predecesores, ha recordado, tuvieron más de siete años de preparación en la oposición hasta llegar al poder. «Nadie dijo que fuera a ser fácil. Nuestros predecesores tuvieron 7 años y medio para consolidar un proyecto ganador del que este año se cumplen 25 y 10 años respetivamente, pero dadas las circunstancias que atraviesa España, nosotros debemos tenerlo listo en la mitad de tiempo».