Carolina Darias será la ministra de Sanidad y Miquel Iceta entra en el Gobierno como ministro de Política Territorial

Sin sorpresas. El presidente del Gobierno ha comunicado esta tarde los cambios en su Gobierno derivados de la salida de Salvador Illa. Carolina Darias será su sustituta al frente del Ministerio de Sanidad, mientras que el líder del PSC, Miquel Iceta, ocupará el ministerio de Política Territorial y Función Pública que deja vacante Darias.

La única sorpresa fue la escenografía. Tras comunicárselo al Rey, en vez de acudir a la sala de prensa, Pedro Sánchez realizó su declaración desde las escalinatas del palacio de La Moncloa. El presidente del Gobierno ha comenzado elogiado a Salvador Illa antes de anunciar los nombramientos. Destacando que tanto Darias como Iceta tienen el perfil idóneo para las nuevas tareas que van a asumir.

De Darias ha destacado que ya ha compartido con el ministro saliente la gestión de la pandemia desde su cargo como ministra de Política Territorial y Función Pública, que le ha permitido, además, conocer a todos los responsables sanitarios de las Comunidades Autónomas así como a sus presidentes. Esa interlocución será su principal cometido.

Mientras que Iceta, al que ha definido como «estudioso de la política», como eufemismo de su dilatada trayectoria en la vida pública. Al líder del PSC lo ha definido como “una persona de ideas y de consensos”. No es baladí que en vísperas del 14 de febrero el PSC recupera la cartera de Política Territorial: «Miquel es acuerdo y concordia», ha dicho Sánchez.

La salida del Gobierno de Salvador Illa —para ser candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat de Cataluña en las elecciones autonómicas del 14 de febrero— ha provocado la primera remodelación del Gobierno de coalición. Aunque como se esperaba se ha tratado de un ajuste puntual. Sánchez ha cumplido los pronósticos que se abrieron desde hace casi un mes y a lo que apuntaban todas las fuentes del Ejecutivo consultadas, si bien salvo un grupo muy reducido cercano al presidente existía en otros ambientes cierta incertidumbre por si Sánchez se estuviese reservando alguna sorpresa.

El cese de Illa se publicará mañana en el BOE. Y con él parte de su equipo más cercano, que se va con él a Cataluña. Darias sustituye a Illa en sus responsabilidades en un momento crítico, con la tercera ola en su punto álgido, aunque el Gobierno confía en que ya ha alcanzado el pico, con la campaña de vacunación todavía en ritmos muy lentos y con una crisis abierta con las comunidades autónomas por la negativa del Ejecutivo a ampliar las capacidades del actual estado de alarma para que las regiones puedan adoptar medidas más drásticas.

Precisamente la campaña de vacunación ya iniciada es el pretexto que en el Gobierno se utiliza para justificar la salida de Illa: «Es el principio del fin», ha dicho hoy mismo el todavía ministro de Sanidad. Darias ya ha venido acompañando a Illa en las reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. En esta reunión semanal tendrá Darias su principal ocupación y su gran reto.

Su nombramiento, no obstante, representa una rebaja del perfil político de la cartera de Sanidad, algo que siendo Illa secretario de Organización del PSC estaba garantizado en cualquier caso. Sánchez pensó en su momento en Illa para que desde esa posición siguiese haciendo política en clave catalana. La pandemia arrasó esas expectativas, pero Illa siempre ha seguido teniendo un pie puesto en la situación política catalana, ha seguido en contacto con ERC como uno de los negociadores del pacto de investidura. Y ha seguido aunque con menor intensidad en sus tareas en el PSC.

Darias, en cambio, no tendrá esa doble condición. Es una mujer de partido, no una tecnócrata, pero sin la relevancia orgánica de los pesos pesados del Ejecutivo. Su nombramiento significa de facto rebajar el peso político de la gestión de la pandemia. Y buscar un perfil más acorde al diagnóstico del Gobierno: descargar la gestión en las regiones como receta y hacer cumplir los pronósticos del plan de vacunación. «A nosotros solo nos toca coordinar», dijo Darias en una de las ruedas de prensa que ha compartido semanalmente con Illa en las últimas semanas. Al margen de que las decisiones de calado, si hubiese que aumentar las restricciones, son cuestiones que exceden del ministro de Sanidad y que se determinan en La Moncloa.

Por su parte, con el Ministerio de Política Territorial y Función Pública sucede lo contrario. Eleva su peso político en el Gobierno bajo el mando del líder del PSC. Solo con su nombramiento esa cartera adquiere otra dimensión política y mediática. No es aventurado afirmar que Iceta entrará en los anillos de poder del Gobierno donde se toman las decisiones políticas.

Tendrá que continuar el trabajo de relaciones bilaterales que el Gobierno tiene con las regiones. Darias le ha dejado ya muy avanzado el trabajo en lo que respecta al calendario de transferencias de competencias al País Vasco, la materia más relevante que tiene abierta la parte de política territorial de su Ministerio. Además de mantener pacificado a la función pública, en la otra dimensión que tiene esta cartera.

Iceta viene a ocupar la cuota del PSC en el Gobierno, representa una voz reconocida desde el punto de vista mediático y será actor principal en la relación con la Generalitat de Cataluña en la etapa que se abra después de las elecciones del 14 de febrero.