La tierra quemada del paso del covid: el 10% de las empresas españolas están condenadas a desaparecer

El Banco de España realiza por primera vez una estimación de la supervivencia del tejido empresarial del país tras el paso del coronavirus. El 40% de las empresas en España sufrirá una presión financiera peligrosa para su viabilidad como consecuencia de la crisis, que terminará desembocando en problemas de liquidez y en el peor de los escenarios en situación de insolvencia. Las simulaciones del organismo elevan hasta el 10% de las compañías que se verán obligadas a desaparecer.

La caída de la actividad de las empresas por la crisis del covid-19 ha provocado en primer término problemas de liquidez. Pero cada vez parece más evidente que los problemas de liquidez se convertirán en problemas de insolvencia, que terminará inevitablemente en el cierre de muchos negocios. El Banco de España con la información disponible de la Central de Balances Integrada, con datos de casi 400.000 empresas, ha realizado dos simulaciones para evaluar el grado de supervivencia del tejido empresarial. Para ello ha aplicado un escenario en el que a medio plazo el sector privado se recuperará de la caída de ingresos este año y otro alternativo en el que solo se recupera un 75% de la caída observada en 2020 con respecto del nivel precrisis de largo plazo.

Para hacer frente al déficit de liquidez el conjunto del sector ha recurrido al endeudamiento. La deuda financiera consolidada del sector empresarial se ha elevado cerca de un 5% entre febrero y octubre, habiéndose concentrado el incremento en los meses de marzo, abril y mayo. Pero los autores del análisis destacan que este incremento de la deuda, junto con el posible retroceso de los beneficios futuros, se traducirá en un deterioro de su solvencia. No serán capaces de afrontar los vencimientos de la deuda con los beneficios esperados.

El Banco de España subraya que el porcentaje de empresas con un nivel de deuda preocupante, calificada como empresas con presión financiera elevada, aquellas que tendrán problemas para devolver su deuda teniendo en cuenta su estimación de beneficios, se incrementará en casi 27 puntos porcentuales entre 2019 y 2020, hasta situarse en el 40%. El desglose por tamaños revela que los ascensos serían de mayor magnitud en el caso de las pymes y, sobre todo, en los sectores más afectados por la crisis, como el de hostelería, restauración y ocio. «Si persiste la crisis podría producirse un aumento de la morosidad del sector bancario», ha avisado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.

Fuente: Banco de España

Muchas de estas empresas se han apoyado en las líneas de liquidez desplegadas por el Gobierno, que han movilizado a través del ICO un volumen de crédito de alrededor de 100.000 millones de euros, entre marzo y mediados de noviembre. Pero para un elevado porcentaje no será suficiente para esquivar problemas de solvencia. El aumento de la proporción de empresas insolventes sería significativo respecto a los niveles de 2019, que maneja el Banco de España. En concreto, pasaría a situarse cerca del 15%, respecto al 11%, en el caso que haya una recuperación completa de la actividad y se elevaría al 19%, en el peor escenario donde los ingresos en los próximos años serían del 75%, respecto a niveles pre crisis.

Fuente: Banco de España

Dentro de la situación de insolvencia de las empresas, el Banco de España distingue entre aquellas que son viables o inviables. Bajo la simulación de recuperación de ingresos el 6% sería inviable y estaría condenada a cerrar, mientras que en un escenario de daño permanente en la facturación un 10% de las empresas serían inviables.

Fuente: Banco de España

El Banco de España advierte de que los resultados de estos ejercicios no tienen en cuenta el posible deterioro adicional que podría producirse en la solvencia de las empresas más allá del cierre de este año 2020, que se generaría si algunas compañías siguiesen presentando un déficit de explotación, como resultado de una incompleta recuperación de su actividad, y lo cubren mediante un aumento de su endeudamiento. Dicho en plata, si no hay una recuperación sostenida para 2021 la previsión de cierre será mucho peor.

El Banco de España critica que las medidas de apoyo a la solvencia han sido más limitadas y solo se han desplegado para empresas estratégicas y de gran tamaño. «Para minimizar los riesgos de que empresas insolventes pero viables acaben liquidándose, se debería fomentar, entre otras posibles medidas, una rápida reestructuración de su deudas introduciendo reformas en los mecanismos de insolvencias judiciales y extrajudiciales con el fin de hacerlos más ágiles y eficientes», señalan los expertos.

La mitad de las empresas españolas redujeron personal

De los datos extraídos de la Central de Balances en los nueve primeros meses del año, el Banco de España destaca que el 50,6% destruyó empleo. En el mismo período del año pasado solo el 36,6% redujo plantilla y casi el 50% la estaba aumentando. La caída del empleo se concentró fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, con una reducción del 19,5%, mientras que el personal fijo también se redujo, pero de forma más moderada, un 3%.

Las caídas más pronunciadas se registraron en el sector de comercio y hostelería, en el de industria y en el denominado «resto de las actividades», con descensos del 7,4%, el  5,8% y el 5,9%, respectivamente. En las otras ramas, las disminuciones del número medio de trabajadores fueron algo más moderadas: se registró un descenso del 3,5% en la de información y comunicaciones, y del 1,8% en el sector de la energía, en línea con el menor retroceso de su actividad.

Según el Banco de España, las empresas no financieras registraron en los nueve primeros meses del año una fuerte caída del 71,2% en su resultado ordinario neto. Los gastos e ingresos atípicos ejercieron un impacto negativo sobre el resultado final, debido principalmente al reconocimiento del deterioro en el valor de inversiones de naturaleza financiera, lo que, junto con los pagos por el impuesto de Sociedades, llevó a pérdidas en el resultado neto final, hecho que no sucedía desde 2002.

La OCDE alerta de que hasta las empresas viables pueden caer en España si se prolonga la crisis

Por sectores, hasta septiembre se observaron disminuciones del VAB en todas las ramas de actividad, si bien fue especialmente intenso en la rama industrial (-33,6%), principalmente por las caídas en refino, en el de fabricación de material de transporte y en el de industria química. Les siguieron el denominado «resto de actividades» (-34,5%), transporte (-48,1%), comercio y hostelería (-18,1%).

En el otro extremo, las ramas en las que se produjo una contracción más moderada fueron la de energía (-6,8%) y la de información y comunicaciones (-13,8%).