La juez Barrett supera el primer trámite en el Senado para ingresar en el Supremo

La comisión de Justicia del Senado de EE.UU. ha votado de forma unánime a favor del ingreso de la jueza conservadora Amy Coney Barrett en el Tribunal Supremo, ante el boicot de los demócratas, que no se han presentado en señal de protesta. Esta división insólita es muestra de lo politizado que ha quedado un proceso para la selección de uno de los puestos más importantes en la judicatura estadounidense.

Minutos después de reunirse en el Capitolio, los republicanos han votado a favor de Barrett. «Esa fue su decisión. La mía es aprobar a la candidata», dijo el presidente de la comisión, el senador republicano Lindsey Graham, sobre la ausencia demócrata. Antes de la votación, Graham dijo: «No vamos a permitirles [a los demócratas] que boicoteen el comité. Ellos son los que han decidido no participar».

Este proceso está avanzando de forma vertiginosa. La jueza feminista Ruth Bader Ginsburg murió el 18 de septiembre. En poco más de un mes, su sustituta ya tiene el visto bueno de la comisión de Justicia y su candidatura será sometida al voto del Senado en pleno el 29 de septiembre. Hasta ahora, estos procesos habían tomado como mínimo dos meses y medio.

Los puestos en el Supremo son vitalicios. Son en total nueve jueces, con un enorme poder, y que, por ejemplo, en 2000 decidieron el sentido de unas elecciones, dándole la victoria a George Bush hijo. Los demócratas lamentan que los republicanos estén acelerando este proceso en año electoral, para haberlo culminado antes del voto del 3 de noviembre.

En las vistas orales, la jueza Barrett se mostró cauta, y prometió ajustarse en sus fallos a la ley como está escrita, no a sus opiniones personales. «Los tribunales tienen una responsabilidad vital para con el estado de derecho, que es fundamental para que una sociedad sea libre. Pero los tribunales no están diseñados para resolver todos los problemas o corregir todos los errores de nuestra vida pública», dijo.

Críticas demócratas a su religiosidad

Los demócratas no sólo han criticado la premura del proceso, sino la religiosidad de Barrett, que es católica practicante. En numerosos artículos y discursos se ha opuesto, por ejemplo, al aborto. Hace unos años, durante las vistas orales para su acceso a la magistratura, la senadora Diane Feinstein le dijo: «El dogma vive fuerte dentro de usted».

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, anunció el boicot de este jueves en un discurso el miércoles por la noche en el Senado. «No deberíamos avanzar con esta nominación», porque Barrett está «muy lejos del sentir general», añadió.

Las bases demócratas están presionando al candidato Joe Biden para que amplíe el Supremo y añadir así más magistrados de los llamados progresistas. De momento, Biden se ha puesto de perfil, prometiendo que creará una comisión para analizar el asunto.