Cáritas Zaragoza: «Ha sido duro, pero se prevé peor»

«La situación ha sido dura, pero aún se prevé peor». Así define el gerente de la Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora del Refugio y Piedad de Zaragoza, Ernesto Millán, este 2020 tan atípico que están pasando entre estas cuatro paredes.

Millán no duda ni un segundo en afirmar que han tenido «un fuerte incremento» en cuanto a las familias que atienden. «Llevamos una medía de unos 40 más cada mes y ahora mismo ayudamos a 752 familias», siendo 131 personas menos las que había en estas mismas fechas hace un año.

Esta institución de Zaragoza ha seguido funcionando durante todos los meses de estado de alarma y Millán cuenta que al principio tuvieron «una gran avalancha» de gente que estaba en erte y no lo habían percibido. Ahora, poco a poco esta situación se ha ido regulando  y esos casos han ido disminuyendo entre la gente que aquí se encuentra. «En el mes de mayo había mucha más procedencia de españoles que de inmigrantes y ahora ya es al revés», explica.

Donde más han notado un gran incremento actualmente es en la economía sumergida sobre todo en sectores como empleadas de hogar o cuidadoras de personas mayores.

Este refugio de Zaragoza aún tiene miedo a lo que pueda venir debido a que «con todos los confinamientos que está habiendo y pasos de fases, la crisis económica se va a agudizar y prevemos un otoño muy difícil, por eso estamos haciendo acopio de alimentos para poder hacer frente a lo que venga».

Ante esta situación, Millán explica que a fecha del 30 de septiembre, esta entidad había entregado un total de 158.954 kilos de comida, lo que supone un incremento del 17% en comparación al año pasado.

El director del centro  de Cáritas Diocesana de Zaragoza, Carlos Gómez, asegura que la situación aquí ha sido muy parecida a la del refugio y se han visto «desbordados». Durante estos meses, de marzo a agosto, Cáritas Zaragoza ha recibido unas 600 llamadas semanales de personas que solicitaban ayuda a la entidad diocesana y se estima que los agentes han realizado un promedio de 950 atenciones semanales, que hacen un total de unas 19.412 atenciones desde que comenzó la crisis del coronavirus. «En cuanto a cuantía económica la ayuda más demandada ha sido aquella que se pedía para hacer frente al pago de la vivienda», cuenta Gómez.

Peor que en otra crisis / Esta situación, en la que nunca se habían encontrado, provocó que ya en el mes de agosto Cáritas hubiera otorgado 6.522 ayudas económicas por un valor que supera el millón de euros. Esto supuso el doble de dinero destinado a ayudas económicas respecto al mismo periodo el año pasado. Concretamente, los importes de las ayudas de los meses de abril y mayo de 2020 alcanzaron los máximos históricos. «En la crisis anterior no fue tan drástico como ahora». Actualmente estos máximos han llevado a la entidad a afirmar rotundamente que ya se ha gastado la partida presupuestaria anual destinada a ayudas directas a familias.

A pesar de lo negro que se ve el futuro, desde Cáritas se mantienen optimistas debido a que a medida que han pasado los meses han sido menos las personas que han solicitado las ayudas directas y esperan que, ojalá, en algún momento de la vida, organizaciones como esta dejen de existir.