El presidente de Inditex, Pablo Isla, fue el primer empresario encargado de dar paso las intervenciones de la histórica cumbre de la CEOE organizada para impulsar la recuperación de la economía española tras la pandemia del coronavirus. Isla desgranó una serie de medidas basadas en «diez reflexiones» con el objetivo de afrontar «una crisis de una enorme magnitud» para la que «no hay soluciones mágicas ni fáciles» ya que el plan de recuperación «es muy complejo y con muchas variables». Así, remarcó que salir de la situación actual va a exigir «mucha disciplina, constancia, rigor, imaginación, audacia y madurez y un comportamiento de muchísima responsabilidad por parte del Gobierno, de los partidos políticos, de las empresas, de los sindicatos y de todos los ciudadanos».
Además, Isla no se anduvo con rodeos y comenzó advirtiendo que el punto de partida de la economía española anterior a la pandemia es «peor que el de otros países de nuestro entorno», por tres razones concretas como son «los niveles de déficit público previos a la crisis, por nuestros niveles de desempleo previos y también por la estructura de nuestra economía en la que tienen más peso los sectores que se van a ver más afectados». «Esta es otra realidad que tenemos que asumir, el punto de partida de la economía española es particularmente delicado», puntualizó.
Para paliar esta situación difícil en la que está inmersa la economía de nuestro país, Isla realizó un llamamiento al Ejecutivo y recordó que «hay que huir de dogmatismos y de ideas preconcebidas en las medidas para salir de la crisis» ya que «tan importante como las medidas que se tomen es no desmontar lo que está funcionando». «No hay que revertir las reformas eficaces. La economía española lo que necesita es ser más flexible. No hay que introducir rigideces que sean negativas para la creación de empleo», señaló. Asimismo, Isla abogó por «no descafeinar antes de tiempo» medidas puesta en marcha como los ERTE o los avales a empresas «que están ayudando a que no se destruya el tejido empresarial».
Por ello, el presidente de Inditex remachó la importancia de «buscar consensos lo más amplios posibles» y que «todo lo que se haga salga del diálogo social». Isla tambien tildó como clave el hecho de «dar certidumbre y seguridad jurídica» porque «cuando falta, la inversión se retrae ya que la seguridad jurídica es clave para planificar a largo plazo y para generar empleo». Además, el presidente de Inditex realizó un llamamiento para «buscar un consenso lo más amplio posible».
«El objetivo tiene que ser conseguir en 2021 y 2022, por un lado, que recuperemos la caída de la economía que vamos a tener este este año y que al mismo tiempo, hayamos dado pasos importantes para tener una economía mejor, más competitiva y con mayor potencial de creación de empleo. El papel de las empresas y de los empresarios es fundamental en esete sentido y esta cumbre lo va a poner de manifiesto», sentenció.
Roig: «No es el momento de ponernos límites»
Tras su intervención, Isla dio paso al presidente de Mercadona, Juan Roig, quien comenzó su turno de palabra recordando a los «héroes» de la cadena alimentaria que «han garantizando el suministro de los productos básicos de alimentación y aseo» durante la pandemia. «Me gustaría felicitar a nuestros competidores y amigos dentro del sector de la distribución y al resto de la cadena agroalimentaria para poder garantizar entre todos el suministro de alimentos y productos básicos a los clientes», destacó. El presidente del grupo de distribución Roig recordó, sin embargo, que de forma puntual hubo problemas para ofrecer suficiente papel higiénico porque la gente «se volvía loca».
Roig llamó a «reactivar» la economía y se comprometió a mantener la inversión planificada antes de la pandemia. Así, Roig avanzó que Mercadona va a «seguir invirtiendo 1.700 millones de euros este año en España en la brutal transformación de la empresa», una reestructuración que se habia comenzado ya «antes de la llegada del coronavirus». .
«Tenemos que trabajar todos juntos por la reactivación de la economía, no se trata solo de no parar, sino de acelerar. No es el momento de ponernos límites», subrayó Roig. En su opinión, «tras la muy dura etapa sanitaria ahora empieza otra muy, muy, muy dura» en el ámbito económico.
«Es un orgullo ser empresario y poder contribuir al desarrollo de la iniciativa empresarial y economía de nuestro país», añadió Roig, quien pidió a las autoridades que contribuyan con este labor mediante la eliminación de «trabas burocráticas». En la línea del presidente de Inditex, Roig apostó por que se faciliten «inversiones finalistas», que se garantice la «seguridad jurídica» y «que la sociedad vea» que las empresas son «generadoras de riqueza y bienestar».
Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, fue el encargado de inagurar la cumbre empresarial organizada por la misma patronal poniendo en valor «el compromiso con España» de todos los empresarios que quieren «sumar». «Esta es una cumbre sin precedentes porque nuestro objetivo es la reconstrucción económica y social de nuestro país. Venimos con ganas constructivas y venimos a sumar con lealtad institucional, pero también con independencia de criterio ya que diremos lo que es mejor para nuestro país y eso significa también sentido de Estado», apuntó Garamendi.
«Habrá gente que no nos entienda, otros sí, pero nosotros, que tenemos la experiencia de lo que pasa en el mundo del día a día, queremos trasladar nuestro compromiso con España», resaltó.
Bajo el lema «Empresas españolas liderando el futuro», durante días días, los dirigentes «más carimáticos» -en palabras de Garamendi- de las principales compañías españolas van a proponer las mejores medidas para reconstruir el país y hacer frente a la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus.
