La DGA y El Justicia constituirán el Observatorio contra la Soledad en dos meses

El Justicia de Aragón, Ángel Dolado, y la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, han firmado este miércoles el convenio por el que acuerdan la constitución efectiva, en dos meses, del Observatorio Aragonés contra la Soledad (OAS), que estará en funcionamiento en septiembre.

El objetivo principal es la creación de un grupo permanente de análisis dirigido a velar por las personas mayores que viven en soledad no elegida, favorecer la atención, prevención y protección social y fomentar su bienestar emocional y seguridad para prevenir el riesgo de aislamiento y exclusión social.

La firma de este convenio estaba prevista a mediados de marzo, pero la pandemia de coronavirus y la declaración del estado de alarma que conllevó obligaron a posponerla.

En cualquier caso, con el confinamiento han aflorado situaciones especialmente difíciles de mayores en soledad que hay que analizar.

El convenio no tiene dotación económica concreta, y su primer cometido será hacer una fotografía de la realidad para adoptar medidas, también en el medio rural donde, según Broto, las residencias pueden ser un «foco de atención» a los mayores, y de estos centros pueden «irradiar servicios» de terapia, alimentación o cuidados personales.

La consejera ha destacado la especial sensibilidad del Justicia por las personas mayores y la colaboración que siempre ha existido entre ambas instituciones para trabajar por este colectivo.

Dolado, por su parte, ha considerado que si este organismo era importante antes de la crisis sanitaria, en estos momentos resulta «imprescindible» para saber cómo afrontar el cuidado de los mayores al amparo de la dignidad de las personas, y al tiempo, «seguir estudiando el fenómeno de la soledad que sufren algunos ciudadanos”.

El nuevo órgano tendrá su sede en el Justiciazgo y dependerá directamente de esta institución, si bien el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales será un agente fundamental de este nuevo organismo y le aportará asesoramiento y soporte logístico.

Sus cometidos son, entre otros, asesorar, analizar, definir e identificar la situación de las personas adultas mayores en soledad no deseada en Aragón; impulsar la colaboración público-privada; promover estudios e investigaciones sobre dicha materia a fin de que puedan establecerse políticas de prevención, intermediación y solución; difundir el problema de la soledad en los distintos ámbitos de la sociedad, con campañas de concienciación y sensibilización, y promover el desarrollo de marcos legales participativos y supervisar su cumplimiento.

También podrá establecer foros de debate para revisar las distintas actuaciones y deberá elaborar un informe anual de la situación del problema de la soledad y los distintos avances o retrocesos que se produzcan en su tratamiento,

En 2018 había en Aragón 285.564 personas mayores de 65 años, es decir, el 21,62 % del total de la población. Casi dos tercios tienen una edad entre 65 y 80 años (184.711, el 64,68 %), mientas que 100.853 supera los 80 años (el 35,32 %). Hay un 56,50 % de mujeres (161.346), que supone un 13 % más que de hombres (124.218).

Aunque cada vez es mayor el número de personas que pueden vivir solas con plena autonomía e independencia, vivir en soledad, con edades avanzadas, sin redes familiares o sociales, con deterioro del organismo y enfermedades y bajos ingresos tiene consecuencias negativas para la salud y el bienestar y puede conducir a situaciones de aislamiento social.

El 23,07 % de las personas mayores de 65 y más años viven en hogares unipersonales (65.900 hogares) de las que un 68,28 % son mujeres. Y del total de personas que viven solas, el 44,55 % tienen más de 80 años (unas 32.000 personas).