Más de 3.600 autónomos zaragozanos cesarán su actividad económica por la crisis

La Oficina de Atención al Autónomo, creada por el Ayuntamiento de Zaragoza junto a la Asociación de Autónomos de Aragón (UPTA), ha recibido más de 30.000 llamadas sobre dudas derivadas de los autónomos por Covid-19 durante las primeras cuatro semanas de la crisis. UPTA-Aragón, a través de la emisión de un estudio de impacto directo del coronavirus sobre sus empresas, ha mostrado que 3.630 autónomos van a cesar su actividad económica.

Durante la presentación esta mañana del informe junto al coordinador de la Consejería, Javier Puy, el secretario general de UPTA-Aragón, Álvaro Bajén, y el gerente, Raúl Machín, han desglosado los datos obtenidos del que se cree que obtener una “fotografía fija es imposible”, al no conocer el resultado que deparará el virus. El estudio muestra que, los autónomos que han cesado su actividad son 1.442 más que el 31 de marzo de 2019, a lo que se debe sumar la pérdida de 131 autónomos por la tendencia negativa de los últimos años, añadiendo 2.063 autónomos que van a darse de baja por la afección directa del periodo de confinamiento y reactivación. En total, la muestra presenta a corto plazo que 3.630 autónomos zaragozanos van a dejar de realizar su actividad derivado de la crisis sanitaria.

A estas pérdidas directas de destrucción de empleo, hay que sumar las que están motivadas por la necesidad de pedir el cese de actividad tanto por fuerza mayor como por pérdida del 75% de ingresos. Un total de 17.330 autónomos han parado y 15.019 se han beneficiado del cese de actividad, la vuelta a la actividad muestra que 20.966 autónomos van a verse afectados en Zaragoza, a los que Bajén ha añadido que “no se trata de buscar cuantos van a caer, sino para saber a quién se va a proteger”.

Entre los sectores que más se verán afectados en Zaragoza, se encuentra la hostelería que puede perder 1.594 empleos, el comercio al por menor 912, la construcción 289 y el comercio al por mayor, sitúa la caída en 272 empleos.

El estudio también muestra que hay muchos sectores que han experimentado una gran crecida, al no cesar por el estado de alarma. Como son los autónomos en reparto postal, las consultorías informáticas con un aumento de 22 autónomos, sector primario o agricultura con una crecida de 22 más, o el transporte por carretera que ha aumentado en 13 autónomos nuevos.

Entre las dudas más frecuentes recibidas en la Oficina de Atención al Autónomo, destacan las que tienen que ver con el cese de actividad, solicitando en especial, el asesoramiento sobre normativa y problemas de CNAE y 75% por fuerza mayor; asesoramiento ante denegación del cese de actividad, o cese de actividad y suspensión no derivado de la Covid-19. Así como los problemas de ahorro del autónomo, lo que supone un endeudamiento mayor posterior. También, la problemática que surge con el escoril bancario que niega muchos de los préstamos que se solicitan. Lo que puede ser una oportunidad según Álvaro Bajén, de la “búsqueda de otras formas de financiación como microcréditos o crowfunding”.

Otra de las cuestiones pasa por la suspensión, aplazamiento y exoneración de alquileres locales y oficinas, y por último las preguntas han versado sobre los problemas de dejar deudas abiertas de autónomos ante la administración o el asesoramiento para la posibilidad de quitas de deudas. Todo ello, junto a otras materias importantes como la incapacidad temporal, la prevención, las medidas sanitarias, hipotecas y préstamos, aplazamientos o moratorias.

La consejera de Economía, Carmen Herrarte, ha explicado que la deuda que posee el Ayuntamiento de Zaragoza impide, en muchos casos, más líneas de ayuda a los autónomos. Y ha resaltado las líneas seguidas por el Consistorio centradas: En exención de tasas, promoción del comercio local y la actuación coordinada con las instituciones sobre las que primero recae la responsabilidad de las líneas de ayuda a autónomos.

En cuanto a si los bancos estaban bloqueando la financiación ICO, Alvaro Bajén cree que “no es un problema de bloqueo, sino de no estar adaptado a la persona física”. Donde los autónomos tienen “un problema de acceso a la financiación, al existir el escoril”. El escoril ha resumido Bajén como los “ratios secretas” que tienen los bancos para poder entregar un crédito. Por ejemplo, uno de los requisitos está relacionado con la forma de cotizar, en el que tener un impuesto de sociedades supone un “escoril positivo para los bancos y más acceso a una financiación”.