La desautorización de Sanidad al CSD que frena LaLiga

El ministro de Sanidad, Salvador Illa Roca, ha forzado el retraso de los test de coronavirus a los futbolistas. La Liga Profesional es víctima de las luchas internas de poder que se producen en el seno del Gobierno. Ante la decisión del ministerio, que menosprecia la autoridad de Irene Lozano, la presidenta del Consejo Superior de Deportes ha enviado un documento, según ha podido saber ABC, que expone que los primeros entrenamientos de campo de los futbolistas se producirán el 11 de mayo, fecha que significará que los test, que son una obligación previa, deberían llevarse a cabo entre tres y siete días antes, pero no el 28 de abril, como estaba inicialmente planificado.

Irene Lozano exige los tests a Tebas: fue la petición que le hizo en el pacto del palacio de Viana. El dirigente de la Liga respondió que ya estaban comprados

Fue precisamente Irene Lozano, en «el pacto del Palacio de Viana», quien exigió a Javier Tebas hace una semana que todos los jugadores debían someterse a estas pruebas antes de volver a las sesiones en el césped. El presidente de la patronal del fútbol respondió a la responsable del CSD con unos datos que ella conocía: la Liga tiene los tests contratados desde hace tiempo, como los poseen la Bundesliga y la Liga Francesa, para volver al trabajo de campo y a la competición. Los clubes se han asegurado con tiempo la propiedad de miles de tests para los dos mil profesionales de los 42 equipos, 50 personas por club, que deberán pasarlos periódicamente desde que realicen el primer entrenamiento hasta el deseado final del campeonato liguero.

El CSD señala que el 11 de mayo se entrena: la Liga tiene ese documento y los test deberían hacerse días antes. La AFE pide a Sanidad y al CSD que le aclaren si los clubes pueden hacerlos o no

El ministro de Sanidad, no obstante, ha salido a la palestra para apuntarse la potestad de todos los métodos médicos que se apliquen en España y ha paralizado esas pruebas, que iban a ejecutarse el 28 de mayo. Se ha puesto al lado del populismo y de la presión externa para frenar esos test. El trasfondo del debate es que muchos sanitarios y policías no han podido someterse a esas pruebas por la incapacidad del Gobierno para adquirirlos. Mientras empresas como Bankia, Banco de Santander, Bilbao Vizcaya, Mercadona y Seat, que ha hecho un ERTE y suma 15.000 trabajadores, han anunciado que los han realizado o los harán a sus empleados. Ahora, Salvador Illa ha exigido que esas pruebas médicas se soliciten por medio de las Comunidades Autónomas para analizar si son necesarias. Y muchos le dicen que por qué no acude a la Liga, Mercadona o Seat para que le consigan las partidas.

Veremos, en este combate por el poder, si Salvador Illa es capaz de paralizar la industria del fútbol y del baloncesto, que suman 600 millones de ingresos de televisión qué están en el aire, como el coronavirus, sin cobrar, y que no se percibirían si estos deportes no vuelven a arrancar ya, pues se requiere un mes de pretemporada antes de jugar.

Irene Lozano fue realista hace siete días y se puso al frente de la manifestación para abrir el retorno del fútbol y del baloncesto. Ahora se topa con las luchas internas políticas.

Sin populismos, el fútbol francés y el alemán no han tenido problemas en surtirse de todos los métodos necesarios para volver a competir con total seguridad. El fútbol español, por el contrario, soporta palos en las ruedas.

El Ministerio de Cultura y Deportes y el CSD, con el sello del Gobierno, ya crearon un documento que enviaron a la Liga profesional y que indicaba que los entrenamientos podían comenzar incluso ahora, en abril. Todo se ha retrasado por este enfrentamiento de poderes.

La Asociación de Futbolistas Españoles escenificó públicamente esa pelea interna entre el ministerio de Sanidad y el CSD, al solicitar a las dos partes que le aclaren si los clubes pueden hacer o no los test a sus asociados, los jugadores. En una situación tan surrealista, la AFE se teme que Irene Lozano les conteste que sí, como les dijo a los clubes tras la cumbre del Palacio de Viana, y que el ministro les diga que no, de tal manera que nadie le pueda concretar que sucederá. Tan increíble como cierto.

Las plantillas, los entrenadores, los médicos y los utilleros ya estaban avisadas para acudir el martes 28 de abril a sus centros de entrenamiento, con el fin de someterse al test general de la patronal, que aportará una foto del estado de salud de esos dos mil profesionales. Ayer por la tarde fueron advertidos de la paralización del proceso. Hubo futbolistas que fueron informados por la noche del parón, perturbados por estos bandazos, y cuando llamaban a la AFE solo recibían una interrogación como respuesta, porque hay dos visiones desde dentro del Gobierno. Sanidad pone el fútbol en «stand by».