El Banco de España prevé un desplome del 13,6% del PIB y 4,6 millones de parados temporales más

España se enfrenta a un escenario de casi ocho millones de trabajadores parados y una caída del PIB de hasta el 13%, según las previsiones efectuadas hoy por el Banco de España. El supervisor ha emitido sus previsiones económicas, que tuvo que posponer en pleno pico de la epidemia de Covid-19 ante la incertidumbre de la situación, y estima que entre los 3,1 millones de parados previos al Covid-19 y los casi 4,6 millones de “parados temporales» generados por la epidemia, España llegará a tener a 7,79 millones de trabajadores inactivos, un 33,63% de la población en edad laboral.

El Banco de España prevé una contracción récord del PIB que podría alcanza hasta el 13% si el estado de confinamiento se extiende hasta finales de mayo. En un escenario de ocho semanas de confinamiento, la cifra de españoles afectados por Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE)será de 3,1 millones, que se sumarán a unos 900.000 por las prestaciones por cese de actividad de los trabajadores autónomos y otros 600.000 por las prestaciones por desempleo de trabajadores temporales, con un total de 4,6 millones de afectados, lo que comportará un coste conjunto para las arcas públicas de 6.000 millones de euros, el 70% por mayor subsidio de desempleo y el 30% en menores cotizaciones a la Seguridad Social. Además, calcula un importe de hasta 22.800 millones derivado de la moratoria de deudas tributarias otros 3.500 millones la cuantía por el aplazamiento de los pagos impositivos al 20 de mayo.

El Banco de España ha establecido varios escenarios ante la volatilidad de la situación. Todos son demoledores, pero la mayor extensión del confinamiento triturará la economía. Con un estado de alarma de ocho semanas, se estima que el retroceso del PIB en 2020 oscilaría entre el 6,6% y el 8,7%, en función del grado de persistencia de la perturbación más allá del final del actual estado de confinamiento (en particular, en los sectores de la economía donde la interacción social desempeña un papel más importante, como la hostelería, la restauración y el ocio, que coinciden con los más expuestos a la actividad turística), lo que podría aproximar en parte el riesgo de posibles rebrotes de la epidemia. En un escenario que combinara una duración del estado de alarma de doce semanas con una mayor persistencia de los efectos una vez terminado el confinamiento, se estima que la caída del PIB en 2020 podría alcanzar el 13,6%.

En concreto, en el primer caso, el escenario más favorable contempla un proceso de normalización casi completa de la actividad a partir del tercer trimestre, mientras que en el más desfavorable se hace el supuesto de que los sectores afectados no alcanzarían el nivel de producción que mantenían a finales de 2019 hasta el cuarto trimestre de 2020 (salvo en la rama de hostelería, restauración y ocio, para los cuales se proyecta una recuperación más lenta), situándose el escenario 2 en un punto intermedio. Además, la incertidumbre sobre el futuro (que podría provenir de la percepción del riesgo de aparición de nuevos brotes de la enfermedad) lleva a los agentes a posponer decisiones de gasto. Esta combinación de perturbaciones daría lugar a retrocesos del PIB en 2020, que, en los tres escenarios construidos, serían del –6,8%, el –9,5% y el –12,4%, dependiendo de que la duración del período de confinamiento sea de ocho semanas (escenarios 1 y 2) o de doce (escenario 3), y de que los problemas de liquidez de los agentes privados puedan dar paso a ciertas dificultades de solvencia en los próximos meses (escenarios 2 y 3) o no (escenario 1).

En cualquier caso, los distintos escenarios construidos muestran que el coste presupuestario del episodio recesivo causado por el Covid-19 será muy elevado, como consecuencia tanto de las medidas adoptadas como, sobre todo, de la actuación de los estabilizadores automáticos. Según los distintos escenarios considerados, el déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida, aproximadamente, entre el –7% y el –11% del PIB. Por su parte, la deuda pública se situaría este año en niveles comprendidos entre el 110% y más del 120% del PIB aproximadamente.