Trump envía buques hospitales a Nueva York y la costa oeste: «Me siento un presidente en guerra»

Donald Trump ha dado la orden de que se movilicen dos buques hospitalarios de la Armada para atender a pacientes infectados del coronavirus. Uno de ellos, el USNS Comfort, se dirige a Nueva York, y el otro USNS espera destino. Cada uno de los navíos tiene una capacidad de hasta 1.000 camas y han sido usados, recientemente, para ayudar a los refugiados venezolanos necesitados de atención quirúrgica de urgencia.

El anuncio lo ha efectuado el presidente de EE.UU. en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en la que ha revelado que activará la llamada Ley de Producción de Defensa, que le permite forzar al sector privado estadounidense a producir suministros médicos básicos para contener el coronavirus. La Ley fue promulgada por el Capitolio en 1950 en respuesta a la Guerra de Corea. En virtud de esa activación, el Pentágono facilitará cinco millones de mascarillas protectoras a los servicios sanitarios.

Trump dijo que se siente como «un presidente en guerra»· «Estamos luchando contra ello. Es una situación muy difícil», señaló. «Te ves obligado a cerrar partes de una economía que hace seis semanas fueron las mejores que jamás hayamos tenido. Tuvimos la mejor economía que hemos tenido. Y un día tienes que cerrarla para derrotar a este enemigo, pero lo estamos haciendo y lo estamos haciendo bien».

El despliegue de los dos barcos y la invocación de la Ley de Producción de Defensa se suman a otras medidas que está adoptando Trump, como el cierre de la frontera con Canadá, tomada de común acuerdo con ese país.

Además, Trump ha dejado en suspenso hasta el 7 de abril la entrada de refugiados, según han dicho a CNN dos fuentes conocedoras de una llamada de la administración con organizaciones de refugiados.

En el apartado de ayudas económicas, el presidente ha anunciado que el departamento de Vivienda ha anulado también de forma temporal las ejecuciones hipotecarias para personas que se vean afectadas por la ralentización económica derivada de la crisis.

División sobre el confinamiento en Nueva York

En el caso de Nueva York, la epidemia de coronavirus avanza con velocidad y las autoridades ven casi imposible de evitar el cuello de botella en su sistema hospitalario. Tanto el gobernador, Andrew Cuomo, como el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, han pedido que se despliegue el ejército para aumentar la capacidad de atención sanitaria.

Cuomo avanzó el envío -confirmado luego por Trump- del buque hospital USNS Comfort, con capacidad para mil camas, a la bahía de Nueva York. Es el mismo barco que estuvo desplegado en el Caribe el año pasado para dar asistencia médica a la crisis humanitaria en Venezuela y en 2017 en Puerto Rico tras el huracán María.

«El Ejército tiene una capacidad médica extraordinaria», dijo de Blasio en una entrevista en la NBC. «Se necesita en lugares como Nueva York».

La llegada del buque, sin embargo, será poco más que un parche para las necesidades que tendrá la principal ciudad de EE.UU., con una población de nueve millones de personas y un área metropolitana de 23 millones, cuando la epidemia se sienta con fuerza. El estado tiene 53.000 camas hospitalarias y 3.000 unidades de UCI y los cálculos apuntan a que necesitarán 55.000 de las primeras y entre 18.600 y 37.200 de las segundas cuando llegue lo peor de la epidemia.

«Estamos viendo al enemigo en el horizonte, vienen muy rápido y no tenemos nuestras defensas preparadas», dijo ayer en una entrevista en el podcast «The Daily». «No hay manera de que podamos gestionar esto», dijo sobre la ausencia de instalaciones hospitalarias para hacer frente a la epidemia.

El lunes, los casos confirmados en el estado de Nueva York eran 967. Este miércoles son ya 2.382, con 1.339 en la ciudad de Nueva York. Cuomo aseguró que la crecida de casos tiene que ver con el aumento de realización de test de diagnóstico, pero es evidente que el crecimiento seguirá siendo exponencial los próximos días.

Mientras De Blasio se plantea un confinamiento de Nueva York al estilo de España o Italia -también se ha aprobado en la Bahía de San Francisco, donde viven seis millones de personas-, Cuomo de momento no apoya esa medida. De momento, Nueva York tiene sus bares y restaurantes cerrados (se puede pedir comida a domicilio), así como gimnasios, cines, casinos y salas de conciertos, además de la prohibición de reuniones de más de 50 personas. Este miércoles, Cuomo ha añadido la obligación de que al menos la mitad de las plantillas de las compañías trabajen desde casa.