Pedro Sánchez y Pablo Iglesias arremeten contra los medios de comunicación críticos

Como si se hubieran puesto de acuerdo ayer domingo los dos socios del Gobierno de España, Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos), emprendieron su «particular campaña preelectoral» arremetiendo contra los medios de comunicación críticos con sus actuación, dejando patente que no encajan bien las discrepancias, cada uno por motivos distintos.

De un lado, el presidente del Ejecutivo de la nación en el acto que le llevó a Vitoria para apoyar a la candidata del PSE a lendakari, Idoia Mendia, acusó abiertamente a la derecha y a los medios de comunicación «conservadores» de crispar «a la sociedad cada vez que pierden las elecciones». Sin embargo, ante esas críticas. Sánchez aseguró que hace oídos sordos. « Que hagan lo que quieran. Si quieren crispar, que crispen. Si quieren gritar, que griten. Si quieren insultar, que insulten», zanjó, dejando patente que las opiniones contrarias sí hacen mella en él.

Sánchez se quejó abiertamente de la «exposición a la que le somenten los medios de comunicación muy conservadores», como ha informado ABC. Y, en este sentido, no dudó en advertir de que «no aceptará ni una sola lección, por mucho que las derechas o los periódicos conservadores su acercamiento a los nacionalismos vasco y catalán». No obstante, en un claro ejercicio de incoherencia repitió como un mantra que «nosotros (PSOE) somos constitucionalistas y asumimos la diversidad», además de apelar constantemente al «entendimiento (territorial) y a la pluralidad (como único modo de avanzar hacia la certidumbre política».

En esta estrategia de atacar a los medios se sumó en Madrid el líder de la formación morada y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en el acto de presentación de la candidatura a la Tercera Asamblea Ciudadana de Podemos celebrada en Madrid con su nombramiento en el Consejo de Seguridad Nacional (CNI) como telón de fondo. Y, ufano, lanzó su mensaje: «Queridos amigos de las cloacas: estamos en el Gobierno». Así se dirigió a quienes han «trabajado» para que su partido no entrara en el Gobierno y a los que han criticado que forme parte del CNI.

En su discurso de «las órdenes que dieron las cloacas para que no entraran en el gobierno y los que fabricaron pruebas falsas contra su partido, arremetió contra las «patas mediáticas» de esas cloacas que, en su opinión, «han ofendido la dignidad del periodismo al lamer las hemorroides del poder». Con ello, ha perpetrado «el mayor ataque a la deontología del periodismo y a la libertad de expresión», ha apostillado.

E Iglesias sentenció: «Nuestra democracia será mejor cuando los responsables políticos, policiales y mediáticos de la cloaca estén donde tienen que estar: en la cárcel», informa Efe.

Los ataques realizados ayer contra las críticas que reciben parecen «encajar» con los acuerdos de gobierno sucritos en el programa de PSOE y Unidas Podemos que incluían una «estrategia nacional» contra las «fake news» y la «desinformación», si bien se desconocían sus intenciones reales y en qué consistían.

Todo ello preocupaba a los expertos que ponían el acento en el peligro de que ese plan se utilizara, no para fomentar el pensamiento crítico, sino para convertirse en una «censura encubierta» o de facto.