Este español escapó del coronavirus en el último minuto y ahora quiere acabar con él

Alejandro Aparicio consiguió escapar en el último momento aquel 23 de enero, justo antes de que cerraran Wuhan (China) a cal y canto por el coronavirus. Cuando ese miércoles por la noche el gobierno local restringió las entradas y salidas de la ciudad, su mujer y él decidieron adelantar su viaje a Corea del Sur por el Año Nuevo Chino, alquilar una furgoneta y salir rumbo a Xianning, una urbe más pequeña a dos horas de distancia en la misma provincia de Hubei. La idea era adelantarse al colapso en las estaciones de tren y en el aeropuerto de Wuhan ante la inminente cuarentena. Funcionó.

«Llevo diez años viviendo en la ciudad y sé adónde puedo recurrir y adónde no para este tipo de cosas», explica Alejandro por teléfono desde Corea del Sur. Otros amigos menos previsores compraron un billete de avión y sufrieron las aglomeraciones de personas que querían salir de Wuhan. A Alejandro y su esposa les llevó dos días salir del país y su escapada estuvo planificada al milímetro y apoyada por la empresa en España. Primero, viajaron desde Wuhan a la cercana Xianning, a unos 100 kilómetros. Desde allí, ese mismo jueves, se fueron en tren hasta Shanghai, donde 48 horas después pudieron coger un avión al país vecino.

En Corea del Sur, lo primero que hicieron fue advertir a las autoridades locales de que venían de Wuhan, el epicentro de un virus respiratorio que ha acabado ya con la vida de más de 1.300 personas y ha contagiado a más de 50.000 en todo el mundo. Como precaución, los coreanos les pusieron en cuarentena en un hotel. Pasado un tiempo, comprobaron que no tenían síntomas y les llevaron a un hospital para hacerle todas las pruebas pertinentes. Los resultados del coronavirus (recientemente bautizado como Covid-19), afortunadamente, fueron negativos.

Salir del virus para acabar con él

Hasta aquí, el relato de una pareja con suerte y picardía que actuó de forma decidida. Pero la historia tiene un giro de guion casi de película: Alejandro Aparicio es Director General en Asia y Pacífico de Genómica, una empresa española perteneciente al grupo Pharma Mar con laboratorios en Madrid que está desarrollando un kit de diagnóstico molecular para detectar «el ADN del coronavirus». Es decir, identificar este virus de forma más veloz y eficaz para frenar su contagio. «Sería más rápido, más sencillo y más específico que los tests actuales», cuenta Alejandro, biólogo madrileño de 34 años y residente en China desde 2010.

Actualmente, más allá de medir la temperatura de los viajeros con termómetros láser, la mejor forma de detectar el coronavirus de Wuhan disponible es a través de un escáner TC (tomografía computarizada) para observar el estado de los pulmones. Este método es rápido y directo, porque las personas infectadas suelen tener los pulmones dañados. Pero esta práctica tiene dos problemas: no tiene en cuenta que una alteración en estos órganos puede ser provocada por otro virus y, segundo, que el coronavirus de Wuhan puede no dañar los pulmones en los primeros días de la infección.

De hecho, una reciente investigación de la revista científica Radiology demostraba que 3 pacientes de los 21 infectado con coronavirus que analizaban tenían los pulmones bien en un principio. «No podemos confiar solo de los TC para excluir la presencia de un virus», dijo el líder de la investigación, Michael Chung.

La única forma de detectar los asintomáticos

«En el caso de detectar el ADN del virus y aislarlo, nosotros identificamos exactamente que es un coronavirus de la cepa de 2019 proveniente de Wuhan. Es la huella digital», detalla por su parte Aparicio. «Una vez hecho eso, sabemos que el paciente está infectado y hay que tomar las medidas oportunas».

Como ya explicó en este periódico hace unas semanas en una entrevista a Sudhir Bathia, un virólogo indio que ya había desarrollado un kit similar, la carrera en el mundo por desarrollar este tipo de tests es despiadada y muy lucrativa. Alejandro es consciente de que desde Genómica compiten a contrarreloj por un kit de diagnóstico molecular que serviría para identificar a los pacientes más peligrosos: aquellos que no presentan síntomas pero contagian el virus.

«Nosotros llevamos bastantes años diseñando, produciendo y comercializando kits de diagnóstico molecular. En especial para enfermedades respiratorias. En Genómica tenemos un ‘background’ importante», explica Alejandro. Otro argumento a su favor es que están en negociaciones para probar sus tests, que estarán listos en unas semanas, con pruebas reales. «Aún estamos en proceso de conseguirlo. Es la única manera de asegurar la viabilidad del kit al 100%«.

Alejandro Aparicio estudió Ciencias Biológicas en la Facultad de la Universidad Complutense y, después, un máster de biología molecular. Cuando lo acabó, se fue a Wuhan a llevar a cabo un proyecto de investigación en su campo, donde acabó lanzándose al mundo comercial y el sector privado. «Es una ciudad universitaria muy importante, tiene alrededor de 2 millones de estudiantes».

Una situación «singular y única»

Preguntado por si sus compañeros de trabajo en Madrid no alucinan con su historia de los últimos días, Alejandro Aparicio reconoce que es una situación «singular y única» porque Wuhan no era una ciudad conocida en Europa. Pero mientras relata de nuevo su trepidante experiencia se resta importancia.

-Nuestro caso coincidió con las vacaciones del Año Nuevo Chino y por eso había tanto caos en Wuhan. Mi mujer y yo teníamos el viaje para ese fin de semana para volar a Corea del Sur. Tarde o temprano nos íbamos a ir de Wuhan. Tan solo lo adelantamos un par de días…

-Sí, pero quizá no habrían podido salir, ¿no?

-Seguramente no. Justo cuando se publicó la noticia el miércoles por la noche, decidimos preparar todo para irnos. Durante todo el viaje, por supuesto, con todas las medidas de protección y la mascarilla puesta.

Aunque consiguió que no le afectara, Aparicio defiende el cerrojazo a las grandes ciudades chinas como medida necesaria para evitar la propagación de un virus que algunos expertos empiezan a temer que acabe convirtiéndose en pandemia: «Toda esa cuarentena ha permitido que el virus no se haya transmitido internacionalmente», afirma. Respecto al futuro del virus, Aparicio rechaza hacer cualquier tipo de predicción, pero reconoce que se baraja tanto un escenario en el que el coronavirus se contenga y desaparezca como otro en el que se incorpore al calendario de enfermedades respiratorias anuales.

«Es importante, ocurra el escenario que ocurra, tener un kit de diagnóstico de garantías para la detección de este tipo de virus». Él, una vez a salvo del foco inicial del virus en Wuhan, quiere que Genómica le pare los pies.