Ibercaja tiene previsto aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) para más de 500 personas en toda España. La entidad, que mañana comunicará los detalles de este ajuste laboral a los sindicatos del banco, reducirá plantilla a través de bajas voluntarias de los empleados con más edad, según pudo saber este diario. La medida también incluye el cierre de oficinas, que podrían superar el centenar, aunque no hay cifras oficiales todavía. Lo más probable es que tanto las salidas de los trabajadores como la clausura de oficinas pueda rondar el 10% de la estructura actual de Ibercaja. En estos momentos, el banco aragonés tiene repartidos por todo el territorio nacional 953 centros y más de 5.100 trabajadores.
El ERE se produjo justo dos años después del último ajuste laboral que se zanjó con 590 bajas y el cierre de 140 oficinas, en enero del 2017. Entonces, la firma se comprometió con los sindicatos a no hacer nuevas reestructuraciones hasta pasados dos años del ERE. Y ese periodo acaba de expirar.
La situación que atraviesa el sector y la próxima salida a bolsa de Ibercaja están detrás de esta decisión, que fue aprobada por el consejo de administración celebrado el pasado 23 de enero. En concreto, la banca afronta una etapa protagonizada por los escasos márgenes de rentabilidad, con tipos de interés en mínimos históricos y el euríbor en negativo, lo que ha obligado a las entidades financieras a reducir sus costes estructurales. CaixaBank y el Banco Santander ya aplicaron drásticos ajustes.
