Los centros para mayores amplían el servicio de comedor al fin de semana

Este será el primer fin de semana en el que los centros de convivencia para personas mayores de Zaragoza abran sus comedores. Hasta ahora, este servicio solo podía disfrutarse de lunes a viernes pero, debido a la demanda de los usuarios, el ayuntamiento ha decidido aumentar esta prestación. Las comidas, que cuestan 4 euros cada una (hace un año el precio subió en 0,50 céntimos), las podrán disfrutar aquellos que estén asociados a los centros, para lo cual hay que tener más de 60 años y estar jubilado.

De los centros para mayores que existen en Zaragoza, que son siete en total, tan solo el del Casco Histórico no ofrecerá menús los fines de semana, debido a que el contrato con este es diferente y depende de la casa de Amparo. Los que sí abrirán sábados y domingos son el de La Jota, el de Rey Fernando, el de La Almozara, el de Delicias, el de San José y el Laín Entralgo. Todos tienen 48 plazas menos el de Delicias, que tiene la mitad.

La inversión del consistorio para hacer realidad la ampliación de este servicio, que existe como hasta ahora desde 2008, ha sido de 28.000 euros. En total, el año pasado estos centros recibieron 54.077 comensales de lunes a viernes. Se espera que a esa cifra se le sumen unas 17.000 personas que acudan a comer los sábados y domingos. La concejala para Mayores, Paloma Espinosa, que depende del departamento de Acción Social y Familia, ha visitado hoy el centro de San José para conocer cómo se iba a poner en marcha este nuevo plan, y allí se encontró con los responsables del sitio y con los usuarios del mismo.

“La gente nos pedía que los comedores abrieran también los fines de semana porque hay muchas personas mayores que viven solas o que necesitan ayuda que no podían permitirse comer en restaurantes todos los fines de semana”, ha asegurado Espinosa. Además, anunció que desde su área están trabajando para poder llevar este servicio al centro para mayores de torrero, “aunque el proyecto está todavía en pañales”, ha dicho. “Ojalá pudiéramos poner comedores en todos los centros, pero por problemas de espacio no siempre se puede”, ha sentenciado la concejala.

MEDIDA CONTRA LA SOLEDAD 

El objetivo primero de este servicio de comedor es, además de ofrecer menús saludables a los mayores, promover la socialización de estos. Esta filosofía se ve bien recogida en el lema que mantienen desde hace años estos centros: Comer bien cuesta 4 euros, pero comer acompañado no tiene precio. “Se trata de que ellos vengan a comer pero se queden después y hagan alguna actividad e interactúen los unos con los otros para que mantengan su rutina y no se queden solos ni parados”, ha comentado uno de los trabajadores de las instalaciones de San José.

María es una de que casi todos los días comen allí. Lleva 15 años sola y está “encantada” con el servicio que recibe. “Está todo muy bueno y las chicas son muy simpáticas”, según ha contado. La única pega, ha dicho midiendo mucho las palabras para no herir la sensibilidad de nadie, es el aliño de las verduras, “que podría tener un poco más de aceitico”. Jacinto, a su lado, asiente con la cabeza. Es ciego y para él es muy importante poder venir a comer también los fines de semana, ya que cuando su mujer no está él no puede valerse por sí mismo para cocinar. “Da gusto. Las cantidades son suficientes, el precio está muy bien, los menús son variados –tienen uno específico para diabéticos- y además conoces gente”, ha explicado.