Casillas y Carbonero: la luz al final del túnel LO + LOC 2019

El pasado 1 de mayo España entera contuvo la respiración. Iker Casillas (38) había sufrido un infarto agudo durante un entrenamiento con su equipo, el Oporto. El mensaje que el propio guardameta compartió en su Twitter hora después tranquilizó tanto los aficionados al fútbol como a quienes lo ignoran: «Todo controlado por aquí, un susto grande pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño», escribió Casillas junto a una imagen en una cama del Hospital CUF Porto, donde fue intervenido para colocarle un stent coronario y en el que estuvo ingresado cinco jornadas.

El día de su alta, que quizá quede en el imaginario colectivo como el momento de su beso a Sara Carbonero (35) tras ganar la Selección Española el Mundial de Sudáfrica en 2010, el portero abandonó el centro hospitalario acompañado de los médicos que le habían atendido y de su esposa, la ex periodista de Mediaset, que se mantuvo durante la comparecencia de Casillas en un segundo plano.

Cómo iba suponer entonces la influencer que sólo 15 días después sería ella quien coparía los titulares por una dramática noticia: le habían encontrado un tumor maligno en el ovario y tuvo que ser operada de urgencia. Tras la intervención y el ingreso, Carbonero comenzó un tratamiento que terminó con éxito a finales de octubre, según desveló ¡Hola!

Así, poco a poco, la pareja, que no ha abandonado la ciudad de Oporto, ha comenzado a ver la luz al final del oscuro túnel de los problemas de salud. Incluso Casillas volvió a calzarse las botas y pisar el césped de su club seis meses después de abandonarlo urgentemente camino al hospital.