Los pioneros detrás del primer vuelo comercial totalmente eléctrico del mundo dicen que han hecho historia, pero los activistas del cambio climático ven los viajes aéreos eléctricos como un sueño aún por hacerse realidad.
El hidroavión Harbour Air, con capacidad para seis personas, despegó el martes cerca de Vancouver en Canadá y voló durante menos de 15 minutos. Su piloto, Greg McDougall, declaró el éxito de la misión y dijo en un comunicado: «Hicimos historia».
Era la primera vez que un avión comercial totalmente eléctrico despegaba de los cielos, desatando la esperanza de que los chorros de combustible, una causa clave del calentamiento global, pudieran ser reemplazados por una alternativa verde.
Los activistas del cambio climático dieron la bienvenida al vuelo inaugural, pero minimizaron las esperanzas de que los aviones eléctricos que transportan turistas en masa o viajeros de negocios despeguen pronto.
«Todavía estamos muy lejos de tener un servicio comercial», dijo Lucy Gilliam, activista de la aviación y el transporte en Transport & Environment, un grupo europeo para organizaciones no gubernamentales que trabajan en el campo del transporte y el medio ambiente.
«Este es un hito, pero debemos ser realistas para que la electrificación desempeñe un papel en los vuelos de corta distancia, pero no en la larga», dijo a la Fundación Thomson Reuters por teléfono desde Bruselas.
Los expertos en aviación dicen que la electrificación tiene el potencial de convertirse en una revolución que promete vuelos más seguros, silenciosos y baratos. Sin embargo, al vuelo eléctrico de larga distancia, que reduce los costos de mantenimiento y tiene cero emisiones, todavía le quedan décadas para ser una realidad.
