Casado no se abstendrá aunque haya que ir de nuevo a las urnas

Pablo Casado no se mueve de su «no». Y no se moverá, aseguran en Génova, incluso aunque se frustrase la negociación del PSOE y Podemos con ERC, situación que creen que no se va a dar, y esto llevase a que no haya otra alternativa que ir a unas nuevas elecciones.

La negociación de la investidura de Sánchez entra en una nueva fase después del trámite de las consultas a la militancia. Y la presión por las consecuencias para España de un Gobierno de coalición entre Sánchez y Pablo Iglesias, sometido a los independentistas, está haciendo que crezcan a su vez las presiones sobre la dirección nacional del PP para que dé un paso al frente y ofrezca una salida alternativa que atienda al interés general. Pero en Génova blindan el «no» categórico a Sánchez pese a que se añadan nuevas voces al coro de quienes desde posiciones ideológicas próximas piden que intenten frenar el pacto con ERC.

Los argumentos siguen siendo los mismos que fijó el líder popular tras el 10-N. Y mientras crece la alarma por las exigencias de los independentistas Casado devolvió el balón a Ciudadanos con la propuesta de que sea la formación naranja la que evite que haya que pagar contrapartidas al secesionismo a cambio de la investidura.

El PP no puede hacerse «cómplice» de lo que representa Sánchez, pero el líder popular sí anima al candidato socialista a que explore esa vía de Cs. Y que haga con Podemos lo mismo que han hecho ellos con Vox, es decir, que no entre en sus gobiernos, pero sí conseguir su voto favorable y el de la formación naranja.

La propuesta de Casado es que Ciudadanos apoye a Sánchez en la investidura y luego ya ellos buscarán acuerdos de Estado con el PSOE para evitar la interferencia de ERC.

El Gobierno de concentración lo han propuesto desde dentro del PP, incluso desde muy cerca de Casado, porque es una propuesta abalada por la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. Pero el «número uno» del PP descarta cualquier tipo de vía que incluya el apoyo explícito o tácito de su partido.

Así, corrigió la idea del Gobierno de concentración, apoyada también por el ex presidente José María Aznar, porque los ministros del PP podrían ser cesados sin coste para Sánchez. Y también se sacudió de encima la posibilidad de negociar la investidura para someterla a condiciones, como plantean destacados dirigentes del PP en un ejercicio de pragmatismo mucho más realista que la opción del Gobierno de concentración.

«Nuestra responsabilidad es ser alternativa a ese Gobierno»

Al respecto, justificó su «no» a esta salida en que si el PP se abstuviera el PSOE podría pactar después sus Presupuestos y demás decisiones con los partidos de la moción de censura, una vez que consiguiera que Sánchez siguiera en Moncloa. «¿Alguien cree que Sánchez va a abrazar la posición constitucionalista en Cataluña por llegar a un acuerdo con el PP cuando no nos devuelve ni la llamada?», preguntó ayer el líder popular.

Casado reclamó a los políticos y a los medios que trasladen la presión sobre Sánchez, en lugar de sobre él, para que dé la cara, y sostuvo que su partido no puede ser cómplice en ningún caso de una negociación en la que se ponga como almonera el orden constitucional y el sistema de la transición. «Nuestra responsabilidad es ser alternativa a ese Gobierno». En Génova apostillan que no pueden dejar la oposición libre a Podemos y a Vox.