«En Cataluña hay un grave problema de orden público; si fuera algo más, se sabrá»

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, vive las horas más difíciles desde su nombramiento. Volcado en la crisis de Cataluña, mide al milímetro cada palabra para no restar un ápice de gravedad a los hechos pero al mismo tiempo para evitar dar por ciertas afirmaciones que, dice, solo se podrán confirmar en los tribunales. Su condición de juez, sin duda, marca su discurso; otra cosa es que la opinión pública acabe por entenderlo.

¿Cómo definiría lo ocurrido estas semanas en Cataluña?

Han sucedido distintas cosas, pero desde el ámbito de este Ministerio y también del Gobierno, en general, lo que se ha producido es un grave problema de orden público.

¿Solo un problema de orden público o estamos ante un sector de la sociedad catalana que se intenta alzar contra el Estado con el respaldo de sus líderes políticos?

A día de hoy es un problema grave de orden público. Lo otro son palabras mayores. Hablar de una parte de la sociedad catalana que se ha intentado alzar contra el Estado amparada por determinados políticos me parece algo que no se puede mantener ahora.

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha abierto, sin embargo, una pieza por terrorismo…

Hay que dejar que las cuestiones judiciales sigan su trámite y luego podremos concluir el alcance. Cuando he dicho que me parecen palabras mayores me refiero a dar esos hechos por acreditados. Se está investigando. Vuelvo a recordar la separación de poderes. Como ministro del Interior lógicamente estoy al tanto de los aspectos generales de la investigación, pero quien la conoce y la dirige es el juez.

Además de las detenciones por los altercados, ¿habrá otras más en la línea que hemos apuntado?

Es cierto que esas detenciones son en el marco de una alteración grave del orden público, pero no se cierra ahí la investigación, sino que con esos arrestos se inicia otra parte de las pesquisas para conocer realmente qué han hecho los implicados antes, sus movimientos, si hay una estructura detrás… No se trata solo de capturar a un número concreto de individuos, sino de investigar qué tipo de organización pueden constituir.

¿Se da entonces por hecho que hay una organización criminal?

De la forma de actuar de los violentos se deduce que había una estrategia, una organización y un mando; eso ya se ha concretado. Ahora hay que casar las piezas necesarias para poder acreditar esa coordinación e identificar a los responsables.

De las investigaciones de la Guardia Civil se ha visto que los CDR tenían células «durmientes», intentaron fabricar explosivos, tenían preparada una reivindicación de los atentados, objetivos ya elegidos… ¿No son elementos suficientes para sostener que estamos, al menos, ante un embrión de un grupo terrorista?

Contado así, razonablemente puede serlo. Pero hay una investigación judicial, que todavía debe ser ampliada, así que dejemos trabajar al juez y a la Guardia Civil. Nos compete conocer las actividades criminales, buscarles un encaje penal. En este país tenemos una historia muy dura de ejercicio de la violencia con fines políticos. Somos los primeros que queremos llegar hasta el final y lo haremos, pero hay que ser muy cautelosos, es lo que toca.

¿Qué es realmente Tsunami Democratic? ¿Tiene relaciones con algún líder político?

Me parecería negligente hacer un esbozo de eso. Esa necesaria reserva me compete más que a nadie. Sería más interesante que pudiera decir algo más pero hay una investigación judicial.

¿El nacionalismo ha comenzado a ver la violencia como una herramienta más para lograr la independencia?

La inmensa mayoría del nacionalismo es pacífico, pero hay una minoría violenta y radical. Se han unido muchos movimientos de distinta naturaleza ya sean nacionalistas, antisistema, etc… Pero es evidente que el foco principal de esa violencia fue el independentismo radical, que la ve como una metodología o una estrategia para alcanzar sus fines. Están absolutamente confundidos sobre la hipotética debilidad del Estado de Derecho; es suficientemente fuerte para hacer frente a cualquier escenario.

¿Quim Torra, Puigdemont, ANC, ERC y la CUP han alentado la violencia?

Las expresiones más graves son las de la presidenta de la ANC al referir que la violencia, al menos, pone en el foco a Cataluña. Si alguien entiende que eso es penalmente relevante puede ser objeto de denuncia y para eso están las autoridades judiciales, la Fiscalía, etc.. Me parece gravísimo en un representante social con mucha relevancia en Cataluña. Es una imprudencia, una temeridad… Yo le pediría que lo reconsiderara. El resto, yo no diría que haya justificado estos hechos, no me consta. Dicho esto, también es grave la ausencia de una condena expresa, como ha sucedido con Torra. Solo hay una violencia, que es la de esos individuos, porque las Fuerzas de Seguridad lo que hacen es garantizar la seguridad.

¿Esa no condena de Torra no alimenta la violencia de esos grupos?

No me gusta sacar conclusiones que no sean objetivas, hablar de creencias; pero lo mínimo que se puede exigir al más alto representante político en Cataluña es una condena expresa y tajante de la violencia y un respaldo incuestionable a las Fuerzas de Seguridad, como le ha exigido Gobierno.

Pero lo cierto es que la Generalitat no solo no ha apoyado a los Mossos, sino que los quiere investigar…

Tiene que haber ese apoyo a los Mossos, no nos podemos cansar de destacar su trabajo impecable durante estos días. Basta recordar lo sucedido en 2017 y ahora, cuál es la diferencia. Habría que reflexionar sobre por qué no se generó entonces esa confianza con los Mossos… Eso no se dice. Lo que veo en los medios es: hay coordinación, y eso es obvio; pero cuando una institución como los Mossos, que han pasado momentos muy difíciles, actúa como lo ha hecho ahora la sociedad española en su conjunto debe reconocerlo y alabarlo. Nunca más se pueden romper los puentes.

El lunes se entregan en Barcelona los premios Princesa de Girona con la presencia de la Familia Real. ¿Se prevé violencia en las calles?

Decir que no va a haber incidentes sería absurdo: la posiblidad de que existan es real, pero tomaremos todas las medidas necesarias para que la seguridad no se vea afectada.

Vemos estos días imágenes vergonzosas en las universidades públicas catalanas, tomadas por los radicales secesionistas. ¿Va a actuar su ministerio?

Estamos para garantizar el ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos y se adoptarán las medidas necesarias para que eso acontezca, también en ese asunto que ustedes mencionan. Es nuestro deber hacerlo, así de sencillo. Lo haremos con tranquilidad, pero con toda firmeza. Que nadie dude de que vamos a aplicar la ley en el momento preciso.