El pacto del Brexit mantiene el veto de España sobre Gibraltar

Gibraltar seguirá siendo una colonia británica, pero sus relaciones con la Unión Europea dependerán más de Madrid que de Londres. El acuerdo para la desconexión al que llegaron ayer la UE y el Reino Unido deja las cosas como estaban, lo que significa que en el futuro la Comisión Europea se ha comprometido a no tomar ninguna decisión que afecte a Gibraltar directa o indirectamente sin el aval de España.

Precisamente ayer, las alrededor de 24.000 personas que tienen derecho al voto en Gibraltar celebraban elecciones generales, de las que se espera la reelección del actual ministro principal, el socialista Fabian Picardo. Los gibraltareños votaron masivamente a favor de permanecer en la UE, pero ahora que el proceso parece que ya no tiene remedio, se han resignado a tener que renunciar a las ventajas que les proporcionaba la presencia del Reino Unido en la UE.

En el paquete cerrado ayer en Bruselas entre Boris Johnson y el presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker y que luego fue ratificado en el Consejo Europeo, se mantiene la misma declaración formal que ya se incluyó en noviembre del año pasado y que en lo que se refiere a la colonia dice que «sin perjuicio de las competencias de la Unión y en total respeto con la integridad territorial de sus Estados miembros como garantiza el artículo 4 (2) del Tratado de la UE, los acuerdos separados requerirán un acuerdo previo de España».

Acuerdos bilaterales

Por ahora, España y el Reino Unido han firmado ya acuerdos bilaterales para garantizar que la retirada británica del Reino Unido no perjudique a los españoles que trabajan en Gibraltar ni a los gibraltareños que lo hacen en España.

Los gibraltareños que acudieron ayer a votar probablemente no notaron ningún cambio respecto a la situación anterior al Brexit a la hora de ir a las urnas. El verdadero cambio tendrá lugar cuando se planteen nuevas disputas con el Reino Unido sobre aspectos que afecten a la colonia. Si hasta ahora la UE se tenía que desdoblar tratando de mediar entre dos socios sin darle la razón a ninguno, ahora se pondrá del lado de España con todo su peso porque los intereses británicos ya no están incluidos en sus prioridades.

En noviembre, a la hora de cerrar el Tratado de Reirada, que es la base del acuerdo que fue confirmado ayer, hubo un último intento por parte de Londres de boicotear las previsiones a favor de España en los textos de la desconexión, pero fue desactivada en el último momento.