Sánchez quiere ahora una prima para que gobierne el más votado

Más de 40 días tardó Pedro Sánchez en iniciar las negociaciones de gobierno tras las elecciones del 28 de abril. Esperó a que los españoles se pronunciaran el 26 de mayo en las europeas, municipales y autonómicas para consolidar su posición y, sobre todo, para calibrar el peso específico que tendría Unidas Podemos a nivel territorial para frenar su entrada en el Consejo de Ministros. Tras el fracaso de la investidura de julio, de nuevo más de 40 días hasta que el equipo negociador del PSOE se sentó con el de la formación de Pablo Iglesias con infructuoso resultado. Ahora, tras cinco meses de impasse, al presidente del Gobierno en funciones le han entrado las prisas. «España no tiene tiempo que perder», dice. En su estrategia de campaña en la que se ha erigido como el azote del bloqueo para conseguir una mayoría rotunda en torno al PSOE que le facilite la formación de gobierno, Sánchez presentará el próximo domingo un plan con «fechas, contenidos, políticas y gobernabilidad» para desatascar la situación.

La medida «antibloqueo» por excelencia de Sánchez es la reforma del artículo 99 de la Constitución, un precepto que considera que «no funciona». El líder del PSOE ubica esta reforma como el primer acuerdo de país que trasladará al resto de fuerzas políticas, aunque entre ellas no exista ya no consenso para modificar la Constitución, sino un mínimo acuerdo sobre el sentido en que debe hacerse. Los socialistas quieren importar al Estado la fórmula de los ayuntamientos, donde en caso de no haber mayoría absoluta, gobierna la lista más votada. Algo que también se da en parlamentos como el del País Vasco, en el que no cabe el voto en contra. Otra opción que también se maneja y que explicitó la propia vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, es el sistema de doble vuelta utilizado en países del entorno europeo como Francia o Portugal, donde se necesita una segunda votación entre los dos candidatos con más votos. En todo caso, el presidente en funciones lleva días cuestionando el sistema «multipartidista» y la utilidad de que haya muchos partidos, si esto solo contribuye al bloqueo.

El Congreso, sin vacaciones

El candidato socialista quiere trasladar la imagen de que la maquinaria está engrasada para empezar a funcionar cuanto antes y siguiendo la «vía portuguesa» –el socialista Antonio Costa ha sido capaz de formar gobierno en Portugal «en 48 horas», Sánchez expresó ayer –en una entrevista en «El Programa de Ana Rosa»– su deseo de tener gobierno «cuanto antes, en diciembre» y que para eso está dispuesto a dejar a los diputados sin vacaciones de Navidad, habilitando los periodos inhábiles de sesiones en el Congreso. Las Cortes se constituyen el próximo 3 de diciembre y el líder del PSOE quiere que los esfuerzos se extremen para alumbrar un ejecutivo ese mismo mes. Que sus señorías no se vayan de vacaciones sin dejar resuelta la gobernabilidad.

De esta forma, en enero –que tradicionalmente es inhábil– se trabajaría también para aprobar el techo de gasto, el paso previo para los Presupuestos Generales del Estado que deberían estar aprobados en febrero para hacer frente a nuevos impuestos.