El PSOE baja tres escaños en cinco días y Vox relega a Ciudadanos a la quinta posición

Camino del 10-N las fuerzas políticas comienzan a ocupar su espacio en el electorado. El hastío de la cita con las urnas, la ineficacia de los líderes ante los pactos, la amenaza de otra época de vacas flacas, el desafío secesionista catalán y los discursos vacíos e incluso cambiantes hacen mella en una ciudadanía que se muestra escéptica ante el futuro e incrédula con las promesas gratis total.

Con los líderes políticos inmersos ya en la precampaña, los pronósticos de voto se ajustan y las tendencias se definen. Las conclusiones del sondeo continuo de Sigma Dos para EL MUNDO muestran al PSOE a la baja, Unidas Podemos que recupera ligeramente terreno y Más País que, pasado el impacto de su novedad, empieza a constreñirse.

Y en el flanco de la derecha, el PP prácticamente inmóvil, pero muy por encima del resultado que logró el 28-A y un Vox rentabilizando claramente el efecto enardecedor de su mitin en Vistalegre, hasta el punto de que hoy estaría en condiciones de superar a Ciudadanos, hundido en las apuestas, en votos y, sobre todo, en escaños.

La formación naranja se perfila como la gran perjudicada por la nueva convocatoria electoral. La encuesta predice para Albert Rivera un auténtico desplome, más llamativo si cabe por el hecho de que hace apenas seis meses fue el partido que más engordó en las urnas.

Los 57 escaños que logró el 28-A llevan camino de dividirse entre tres. Ahora, sólo conseguiría 22 lo que le relegaría al puesto de quinta fuerza en el Congreso.

El ‘sorpasso’ de Vox a Rivera

El partido de derecha radical de Santiago Abascal estaría en condiciones de darle el sorpasso. El sondeo de Sigma Dos pronostica para Vox hasta 28 diputados. Todo parece indicar que la bolsa de votantes que consiguió en abril le mostrará fidelidad e incluso que logrará ensancharla con mensajes extremos. La inminente exhumación de Franco y la respuesta que se dé en Cataluña a la sentencia del procés pueden ser para ellos terrenos abonados para captar votos.

Mientras tanto, Pedro Sánchez, pese a haber tomado la delantera en la subasta de ofertas y promesas a los ciudadanos, parece toparse con el techo alcanzado en abril. Si hace apenas cinco días, el sondeo vaticinaba para los socialistas una mejoría de cuatro diputados con la vista puesta en noviembre, ahora el pronóstico adelgaza y prevé un solo escaño más. El PSOE pasaría así de los 123 diputados obtenidos el 28-A a 124. Un resultado que, de confirmarse, parece muy pobre. El presidente en funciones no sólo aspira a ser la fuerza más votada -una condición que sí conserva- sino a ampliar claramente su ventaja sobre el segundo partido, el PP, y esta es una meta que hoy por hoy se le aleja.

En contrapartida, la formación liderada por Pablo Iglesias registra una leve mejoría en intención de voto pero que sería suficiente para anotarse tres asientos más en el Congreso. Unidas Podemos no llegaría a recuperar el nivel de representación que obtuvo en abril pero reduce el descalabro que se le anticipaba la semana pasada. Ahora conseguiría 35 diputados.

Ambos partidos -PSOE y Unidas Podemos- juntos sumarían 158 escaños, una cifra muy distanciada de los 176 que marca la mayoría absoluta. Ni siquiera con el hipotético apoyo del nuevo partido de Íñigo Errejón se acercarían al objetivo.

Más País irrumpió hace apenas unos días con fuerza en las encuestas. Ahora, pasada ya la sorpresa, sus previsiones merman. De la decena de escaños que se le pronosticaba desciende a seis. Los de Errejón tienen ante sí un panorama complicado: sin estructura territorial, sin financiación, sin nombres propios más allá de algunos fugados de Podemos y un par de líderes de formaciones regionales y atenazado desde su mismo nacimiento por alguna deserción de primer nivel. Su recorrido electoral no puede ser muy largo y así empieza a vislumbrarlo el sondeo.

No obstante, su presencia en la partida supone una merma en las otras dos formaciones de izquierda, bien porque les robe apoyos bien porque tapone sus posibilidades de crecimiento.

La izquierda supera a la derecha

En cualquier caso, la suma de la izquierda sigue siendo superior a la de la derecha. Los movimientos se producen dentro de los bloques y no entre los bloques. De esta manera el baile de pactos postelectorales se vaticina nuevamente complicado.

Ahora, no bastaría una alianza PSOE, Unidas Podemos, Más País y PNV para alcanzar la mayoría absoluta. Sería necesario el respaldo del secesionismo, bien explícito bien mediante la abstención. Y esto, tras la sentencia del 1-O es muy improbable.

La derecha por su parte no tiene posibilidades a día de hoy de construir una alternativa de Gobierno. Su papel pasaría por negociar con el PSOE una abstención que permitiera al menos la investidura y la formación de un Gobierno en minoría. En este caso, la nueva legislatura podría estar herida del mal de la inestabilidad.

De momento, a juzgar por las declaraciones de los líderes políticos, la opción de la gran coalición PP-PSOE que sí arrojaría una mayoría arrolladora, queda descartada.