Los partidos ficharon a 86 asesores antes de disolver las Cortes

El fracaso de los líderes políticos a la hora de acordar la formación de un Gobierno propició la disolución de las Cortes el pasado 23 de septiembre. Desde la investidura fallida de julio, todos los indicios apuntaban a la repetición electoral y, por tanto, a que ni el Congreso ni el Senado podrían arrancar su trabajo legislativo y de control al Ejecutivo. Esa circunstancia, sin embargo, no ha sido obstáculo para que los grupos parlamentarios hayan continuado contratando asesores en estas cámaras, incluso en los estertores mismos del mandato. Con los partidos ya enfocados en la campaña electoral, el dinero público que reciben las formaciones mantiene en nómina del Congreso, como personal eventual, a 267 asesores, de los que 227 trabajan para los grupos parlamentarios, 6 para la presidenta de la Cámara Baja, 15 para las ocho Vicepresidencias y Secretarías, 18 para los responsables de las comisiones parlamentarias y uno en asistencia de la ex presidenta de esta institución.

De ese total, sólo en el Congreso de los Diputados, los partidos realizaron un total de 86 contrataciones de cargos de confianza en los días previos a la disolución del Parlamento. Los nombramientos de estos nuevos asesores fueron publicados en el Boletín Oficial de las Cortes Generales los días 12 y 18 de septiembre y ayer mismo, 4 de octubre. La mayoría de estos asistentes se incorporaron a los grupos parlamentarios: un total de 66. Repartidos por bancadas, el PSOE fue el que más cargos de confianza nuevos designó en las vísperas de la disolución de la Cámara Baja. Formalizó 32 nuevas contrataciones el grupo capitaneado por Adriana Lastra y Rafael Simancas. Llama la atención que ocho de estos contratos socialistas se apresuraron a firmarse el 13 de septiembre, apenas diez días antes de la fecha límite. Y a ese aluvión de fichajes le siguió otro: trece asesores firmaron su contrato vinculado con el grupo parlamentario socialista el viernes 20 de septiembre, el último día hábil antes de que Sánchez comunicase al Rey que no tenía los apoyos suficientes para una segunda investidura y de que, por tanto, el país se viese abocado a nuevas elecciones. Desde la vuelta de las vacaciones de verano, tanto el PP como Ciudadanos firmaron once contratos nuevos. Unidas Podemos realizó otras diez incorporaciones. Vox y ERC han sumado un asistente en este compás final de la XIII Legislatura.

De esta forma, los siete grupos parlamentarios y el grupo mixto suman a día de hoy 227 asesores. Las nuevas contrataciones se suman a las decenas que todos los partidos habían formalizado antes del mes de agosto, inhábil a efectos de trámites parlamentarios. En esta estadística es el PSOE es que está a la cabeza con 87 personas –entre asesores, asistentes y asistentes técnicos– contratadas al servicio de los diputados socialistas. Le siguen el Partido Popular (con 39 cargos de confianza), el grupo confederal de Unidas Podemos (37), Ciudadanos (35) ERC (9), Vox (6), PNV (4) y Grupo Mixto (10 asistentes repartidos entre JxCat, Bildu, Navarra Suma, Coalición Canaria, Compromís y PRC).

A las contrataciones firmadas por los grupos hay que sumar las realizadas para dar asistencia a los presidentes de las comisiones parlamentarias. El consenso alcanzado por los partidos para poner en marcha estas comisiones pocos días antes del inicio de agosto, desató una fuerte polémico por dos razones: por poner en marcha estos grupos de trabajo sin tener claro que la legislatura echaría a andar y por el hecho de que su constitución y el nombramiento de presidentes, vicepresidentes, secretarios, portavoces y adjuntos en cada una de ellas lleva aparejado un gasto extraordinario en concepto de pluses salariales que oscilan entre los 1.516 y los 739 euros mensuales. La constitución de las comisiones activó inmediatamente estos complementos a pesar que todas ellas sólo han celebrado su sesión constitutiva. En lo que concierne a los asesores que prestan asistencia a las comisiones del Congreso, se formalizaron 18 contrataciones nuevas, publicadas en el BOCG entre el 12 de septiembre y ayer. Trece de estos contratos se firmaron con fecha de principios de agosto, lo que activó que percibieran un salario a pesar de que durante este mes las comisiones no trabajaron. Las contrataciones restantes fueron formalizadas en las semanas previas a la disolución del Congreso. Cabe destacar, eso sí, que 12 de los asesores que han pasado a prestar asistencia en las comisiones ya trabajaban como cargos de confianza en los grupos parlamentarios, once de ellos en el PSOE y uno en Cs. En estos casos, estas personas han cesado como asistentes en los grupos y han sido contratadas nuevamente. En el reparto de las comisiones, el PSOE es el que más asesores ha podido designar al ser el grupo que preside un mayor número de estos grupos de trabajo. De estos 18 asistentes, el PSOE ha designado a once, el Partido Popular a dos, Ciudadanos a tres y Unidas Podemos a dos.

La nómina de contrataciones formalizadas en el tiempo de descuento queda completada con el fichaje de dos asesores para las vicepresidencias primera y tercera del Congreso.