La Delegación del Gobierno en Aragón comunicaba ayer por la mañana al Ayuntamiento de Zaragoza la buena noticia de que el Ejecutivo central había accedido a concederle a las fiestas del Pilar la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Un anuncio que despertó un aplauso unánime en el salón de plenos por parte de todos los grupos municipales cuando lo trasladó a todos ellos la actual responsable de Cultura del consistorio y vicealcaldesa de la capital, Sara Fernández. Un reconocimiento, explicó, a la repercusión que la cita tiene en el exterior y que se traduce en más visitantes cada año. Y que, reconoció, se debía a una propuesta de ZeC en septiembre del 2018, cuando llevó al pleno una moción para solicitarla al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que recibió el respaldo unánime de los 31 ediles.
Ayer muchos de ellos no estaban en las bancadas, ni tampoco los técnicos municipales que han elaborado toda la exigente documentación para conseguirlo. Los que impulsaron el expediente y los que, in extremis y a pocos días del pregón de fiestas de este año, han enviado toda la documentación que al ayuntamiento se le olvidó trasladar a Madrid para su obtención. El pasado 1 de septiembre, el ministerio contactaba con el área de Cultura para requerirla y al menos ha dado tiempo para lograrla antes de empezar la programación de este año.
Y es que ni siquiera las buenas noticias están exentas de polémica en este ayuntamiento. Este hándicap no se le escapó a la vicealcaldesa subrayarlo a la hora de comunicar la notificación de la Delegación del Gobierno, al tiempo que destacaba que esta distinción supone un «sello de calidad» y «prestigio» para los Pilares, y «de gran interés para Zaragoza y Aragón».
FALTABAN PAPELES
«El pasado mes de agosto recibimos un requerimiento de que faltaba información y por parte de este Gobierno se llevaron a cabo los trabajos necesarios, y agradezco la labor que han realizado los técnicos en un corto espacio de tiempo para llegar a tiempo de cumplir los plazos», expuso Fernández. Y ese recocimiento le pone al mismo nivel que la Semana Santa, que la recibió ya en el 2017.
Respecto a esa documentación insuficiente, quizá en su discurso se escondía un movimiento inesperado que han descubierto al tomar posesión del cargo. Según ha podido saber este diario, «el pasado 31 de mayo», es decir, cinco días después de las elecciones municipales, «se intentó desde el área de Cultura archivar el expediente impulsado para la consecución de esta distinción». Así lo aseguraron a este diario fuentes municipales, quienes destacaron que esa petición la firmaba el anterior director general de Cultura y que fue rechazada por parte de los servicios técnicos por defectos en el procedimiento.
Aunque ayer todo eran felicitaciones, y el anterior responsable de Cultura, ahora concejal de Podemos-Equo, Fernando Rivarés, sacaba pecho, al igual que ZeC, del logro.
