La investigación médica inicia una «década decisiva» en la lucha contra el cáncer

Los investigadores médicos consideran que la sociedad actual se encuentra en una «década decisiva» en la lucha contra el cáncer, pero advierten al tiempo de que los descubrimientos que se realicen ahora se aplicarán en la medicina dentro de treinta años.

Así lo ha asegurado este miércoles a los medios de comunicación el jefe del Grupo de Oncología Molecular del Instituto Sanitario de Aragón, Alberto Jiménez Schumacher, antes de tomar parte en un encuentro con la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (Aspanoa) en Huesca para informar del desarrollo de la investigación contra la enfermedad.

El investigador se ha servido de una analogía histórica, el Desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, para subrayar que la sociedad se encuentra ante «la década ‘D’, de decisiva» en la lucha contra el cáncer, tras los descubrimientos de los últimos años en relación al genoma humano y al sistema inmune.

«Hemos tardado más de cuarenta años en generar conocimiento suficiente para plantar batallas y guerras duras al cáncer», ha destacado Jiménez Schumacher antes de afirmar que en los laboratorios de investigación «sentimos que hay ahora un punto de inflexión y que podemos comenzar a ganar batallas, y por eso es el momento de apostar por la investigación».

Según ha explicado, hitos como el Proyecto Genoma Humano, en el que se invirtieron más de tres mil millones de dólares y quince años para leer los miles de millones de letras del ADN, han permitido que en la actualidad se pueda realizar este proceso en una sola noche y con un gasto de 200 a 300 euros.

Tras resaltar que el cáncer es «una enfermedad de nuestros genes», este investigador ha destacado que la investigación genética «nos está permitiendo descifrar cuál es el naufragio genómico de los tumores».

También se ha referido a avances referidos a la edición genética, que permitirá en el futuro corregir «errores» en las células humanas; a los degradadores, proteínas con dianas alteradas para hacer frente a estas células; o a la inmunoterapia como forma de lucha contra el cáncer.

«Cuando empecé -ha destacado-, se pensaba que nuestro sistema inmune nunca podría atacar las células tumorales, pero ahora hemos aprendido a desenmascararlo y a tener respuestas en las que se puede hablar de curación, pero en casos determinados y con prudencia».

Se ha mostrado convencido de que Aragón no sólo es un «sitio extraordinario y con mucho talento» para la investigación médica, sino que se dispone de «buenas infraestructuras» como el Instituto de Investigación Sanitaria o el Centro de Investigación Biomédica, con grupos «muy potentes» de trabajo.

Una situación positiva, ha destacado, a la que se suma la «buena interdisciplinidad» que existe con ingenieros y expertos en nanotecnología, disciplina, ha añadido, en la que «somos líderes mundiales».

Ha advertido, sin embargo, que la investigación en Aragón requiere de un poco más de «masa crítica» y de un apoyo sostenido en el tiempo para evitar que «esto se vaya al garete».

A su juicio, «hace falta más dinero, distribuirlo bien y de forma sostenida, porque no vale de nada que hoy me den muchísimos millones si no voy a poder mantener esta situación en el tiempo. El apoyo tiene que ir creciendo de una forma organizada, no podemos volvernos locos».

A este respecto, ha destacado que la Ley de Ciencia de Aragón es «un buen comienzo» para organizar la investigación médica, pero ha recordado al tiempo que el texto de esta iniciativa legislativa «hay que pasarlo a papeles de colores», en relación al dinero.

Se ha mostrado convencido, por otra parte de que «investigar es rentable», destacando a este respecto que el Proyecto Genoma Humano ha generado en veinte años un retorno económico doscientas veces superior a lo invertido y ha creado más de trescientos mil puestos de trabajo, «sin hablar de las enfermedades que se han podido curar».

Ha incidido en la necesidad de «atraer talento» a Aragón antes de afirmar que «cuando tienes las infraestructuras y empieza a haber masa crítica, consigues que más gente quiera venir».