El interés del bono español a 10 años pulveriza su récord

La rentabilidad de la deuda soberana española se acerca cada vez más a la alemana y sigue acumulando mínimos históricos durante los últimos dos meses. El bono español a 10 años, en consonancia con su referencia, el bund germano, se situó ayer por primera vez por debajo del umbral del 0,50%, consolidando la tendencia de las últimas sesiones. La causa directa hay que buscarla en la postura de concordancia mostrada por el Banco Central Europeo (BCE), que tras confirmar que no cambiará los tipos de interés durante la primera mitad del próximo año y que ya no descarta incluso rebajar aún más el precio del dinero o reanudar su programa de compras netas de deuda, estabilizó de forma inmediata los mercados. El interés del bono llegó a situarse en algunos momentos del día de ayer en el 0,495%, frente al 0,525% del comienzo de la sesión, aunque finalmente redondeó su caída al 0,50.

En el caso de Alemania, su bono cayó más de dos puntos básicos a -0.267%, una cifra nunca vista antes a esta altura del año. La bajada se había detenido en los últimos días después de una caída sin precedentes. Los rendimientos de los bonos franceses y holandeses a largo plazo también llegaron a sus mínimos más recientes.

El pasado jueves, antes de que Mario Draghi desgranase ante los medios la postura del instituto emisor ante el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas, el interés del bono español era del 0,620%. De este modo, en lo que va de año el coste de financiarse en los mercados para la deuda española a diez años se ha reducido a la tercera parte, frente al 1,422% registrado al cierre de 2018. Hay que recordar que en el mes de julio de 2012, en plena crisis financiera mundial, la rentabilidad exigida al bono español diez años llegó a alcanzar el 7,739%.

Por su parte, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años -la que mide el diferencial entre el bono español y el germano- se ha estrechado hasta los 76,10 puntos básicos, frente a los 79,60 del comienzo de la sesión y lejos de los 118,50 del cierre de 2018. Las primas de otros países, como Francia, Portugal u Holanda, también mantienen buenas perspectivas. No así Italia, al que le está pasando factura su enfrentamiento al Ejecutivo comunitario tras el rechazo de sus presupuestos. A finales de mayo, la prima de riesgo se situaba por encima de los 280 puntos básicos, cerca de sus máximos anuales, cuyo diferencial con la prima española supera ya los 200 puntos básicos.