Oratoria tendrá 4 bloques y una hora a la semana

La asignatura de Oratoria, que se empezará a impartir el próximo curso en Aragón, estará estructurada en cuatro bloques y primará la enseñanza de la expresión y la comunicación lingüística en el alumno. Según la orden publicada recientemente por el Departamento de Educación, la materia, que será optativa, se impartirá indistintamente en 1º y 2º de Bachillerato.

Las cuatro áreas sobre las que se asienta el programa curricular de Oratoria son: El discurso persuasivo; la Elaboración del discurso persuasivo; la Presentación del discurso persuasivo; y, por último, Oratoria, valores y educaión emocional. Con estos bloques, tal y como refleja la orden, se puede observar con claridad una división clásica para estudiar la Oratoria que se fundamenta en inventio (búsqueda de materiales), dispositio (elección y organización), elocutio (verbalización), memoria (memorización) y actio (puesta en escena).

La asignatura se impartirá una hora a la semana y permitirá que el estudiante aprenda a hablar y a exponer en público con un discurso, en la línea de las recomendaciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) para mejorar la calidad del sistema.

DEBATES EN CLASE

Entre las «claves» que reseña la orden de Educación, también se destaca la «competencia digital», donde el uso del ordenador será la herramienta que permite la búsqueda y selección de recursos «de forma autónoma».

La inclusión de Oratoria en el diseño curricular es algo pionero en Aragón. Hasta ahora, en los institutos se trabajaba esta destreza como proyecto de innovación o actividad en el aula mediante debates en grupo y análisis. Por ejemplo, la Facultad de Derecho organiza anualmente un concurso de debate para alumnado de Bachillerato, mientras que en centros como el Pablo Gargallo es habitual que hagan concurso y pongan en práctica el hablar en público. En este instituto trabajan la oratoria y la profesora Natalia Martínez, jefa del departamento de Extraescolares, es quien dirige esta actividad.

«La asignatura cubrirá una carencia académica y una demanda social. Cuánto mejor hablemos, mayores posibilidades de éxito profesional y personal tendremos», asegura Martínez.

La docente considera que la asignatura «debería incluirse en Secundaria» porque, según dice, una vez que los alumnos cambien de rama curricular (ciencias o letras) «van a perder la oportunidad» de cursarla. Además, cree que una hora a la semana «es poco».