Casado pide a Sánchez que el próximo Gobierno no dependa de quienes quieren romper España

Pablo Casado ha llegado pasada la una de la tarde al Palacio de La Moncloa, para reunirse con Pedro Sánchez, en el primer encuentro de la ronda de contactos que ha abierto el candidato socialista tras ganar las elecciones generales del 28 de abril, en las que el PP solo logró 66 escaños, frente a los 123 del PSOE. Después de la dura campaña, el saludo entre ambos ha sido correcto, sin gestos ostensibles de tensión y sin ningún exceso de cordialidad. El presidente del PP ha acudido a la sede de la Presidencia del Gobierno sin papeles, acompañado de su jefe de gabinete, Javier Fernández-Lasquetty, y su directora de Comunicación, María Pelayo.

En la reunión, Casado ha pedido a Sánchez que el futuro Gobierno de España no dependa de quienes quieren romper la Nación y ha prometido que no pondrá ningún impedimento si el Ejecutivo no cuenta con los separatistas, pero ha aclarado que los populares no votarán a favor ni se abstendrán en una investidura de Sánchez, del que le separan muchas cuestiones en materia económica o territorial. El presidente del PP augura un Gobierno débil y ha prometido unaoposición, fuerte, firme y responsable. Y la oposición será «frontal» si se produce un acuerdo con los independentistas.

«Ha sido una toma de contacto, que quizás se producía demasiado tiempo después», ha señalado el presidente del PP.

Casado ha comentado que no ha habido ningún reproche en la reunión, «y eso es positivo». «Hay dos partidos que han protagonizado la historia reciente de España, el PP y el PSOE», ha subrayado. Esta legislatura los asuntos de Estado que se puedan plantear, «y hoy no era el día», deben hablarse entre los dos grandes partidos, según ha señalado Casado.

La reunión, que ha durado algo más de una hora y media, la mitad que la de agosto, se ha desarrollado en la Sala Tàpies, y Casado ha comparecido en La Moncloa en la sala principal de prensa, un lugar reservado para las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros y para el jefe del Ejecutivo, algo que se considera un gesto de cortesía hacia el líder de la oposición.

El líder del PP ha señalado que hoy no era el día para hablar de pactos, por respeto a la ronda de consultas que debe abrir el Rey. Casado ha subrayado que al PP le corresponde el liderazgo de la oposición, como segundo partido en el Congreso.

«Normalizar las relaciones»

Fuentes de Moncloa han comentado que la reunión ha sido cordial, afable y fluida. «Se trataba de una toma de contacto para normalizar las relaciones y se ha conseguido. Se mantendrán encuentros regulares, de tal modo que no sea noticia una reunión por si misma, sino por los temas tratados». Según las mismas fuentes, la conversación se ha centrado en asuntos de interés para los ciudadanos, como el pacto de Toledo y las pensiones, el impulso de la ciencia y la transición ecológica.

Estas fuentes de Moncloa han explicado que la situación territorial, y en especial Cataluña, «han ocupado un espacio importante en este encuentro, una cuestión sobre la que se ha decidido mantener una comunicación permanente».

La primera y última vez, hasta ahora, que se reunieron Pedro Sánchez y Pablo Casado fue el pasado 2 de agosto en La Moncloa. En aquella ocasión, el recién elegido presidente nacional del PP tendió la mano a Sánchez para los asuntos de Estado. Nunca más se supo. El líder socialista oficializó después una ruptura de relaciones con Casado.

Desde el PSOE, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha subrayado que las reuniones que Sánchez mantendrá esta semana con Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias pueden ser «buenas» para «bajar los niveles de confrontación» y encontrar puntos de encuentro en cuestiones de Estado, informa Servimedia.