Las urnas confirman la fragmentación política en Aragón y complican las elecciones del 26-M

Los resultados del domingo en Aragón confirman una fragmentación del mapa político histórica y colocan a ocho partidos con opciones de tener representación en las Cortes autonómicas el 26 de mayo. Una situación que se extiende a los principales ayuntamientos de la Comunidad, sobre todo en las tres capitales, donde hasta ocho listas, incluso diez en algunos municipios, competirán por las alcaldías con posibilidades de lograr representación.

Por la izquierda, el PSOE tendrá que competir con PodemosIU y CHA. Es decir, con dos partidos más que en estas elecciones generales, dado la ruptura en las autonómicas y municipales de la formación morada con los de Alberto Garzón y con las confluencias. Los socialistas parten como favoritos tras el resultado de las generales e incluso la división de la izquierda puede ser un factor que les beneficie. Esa misma variables podría favorecer a CHA, que tendrá más opciones de mantener su actual representación –2 de los 67 escaños– e incluso pelear en Huesca y Teruel por recuperar su presencia en la Cámara aragonesa.

Mientras que Podemos e IU entran en una pelea fratricida por un espacio electoral que está a la baja en función de lo que ha pasado en las urnas. En este sentido, el problema es mayor para IU, que se jugaría mantener su escaño por Zaragoza, como logró hace cuatro años, pero en un contexto de voto mucho más dividido y más complejo. Y teniendo en cuenta que podría perder su capacidad de influir en las confluencias municipales que compiten con Podemos, como sería el caso de ZEC, donde las expectativas dejarían a IU con uno o sin representante en la capital aragonesa. El caso del Ayuntamiento de Zaragoza es muy peculiar por que ZEC acude dividida y pelea con PSOE, el que más opciones tiene de ganar, Podemos y CHA

Por su parte, el PSOE, que el domingo recuperó su hegemonía política en Aragón, tendrá el reto de consolidar una aumento de votos que ha sido mayor que la media nacional, siguiendo la tónica de los territorios que mantienen una actitud crítica con Pedro Sánchez por su política de gestos hacia el independentismo catalán. El principal problema para los socialistas y para su líder, Javier Lambán, es evitar que el centroderecha sume mayoría absoluta en Aragón.

Es decir que PP, Ciudadanos, que se disputará el primera puesto por este ámbito ideológico con los populares, PAR, si aguanta al menos la mitad de sus diputados, y Vox, pendiente de la fuerza con la que llega a la Aljafería, no sumen un mayoría holgada para formar gobierno. Claro que según los resultados del domingo esta suma es más que posible, porque Cs, PP y Vox han logrado 7 de los trece escaños y superan el 51% del voto emitido por los aragoneses el domingo. Es cierto que la entrada en liza del PAR implica cambios en estos datos y porcentajes y que si los de Rivera logran ser el partido hegemónico de la derecha, las opciones de un pacto con el PSOE de Lambán quedarían reducidas.

Pero también es muy posible que el PAR rehúse, como hizo en las generales, vincularse con la extrema derecha y abra la vía a un acuerdo con PSOE y CHA e incluso con Podemos. Eso sin descartar que PSOE y Cs sean capaces de entenderse en Aragón, y no solo para el Gobierno autonómico, y se repartan las instituciones –el Ayuntamiento de Zaragoza será la clave, porque además el PAR tiene difícil obtener ediles–, dadas las buenas relaciones entre Lambán y Rivera y los dos partidos en la Comunidad.

Por el ámbito de la derecha y aunque extrapolar los datos es casi imposible, la tendencia de las generales va a marcar el 26-MPrincipalmente porque Cs ha superado al PP en el conjunto de Aragón y en los principales municipios y querrá repetir. Lo tiene complicado, dado que la implantación territorial del PP es cuatro veces mayor que la de Cs y eso en los comicios locales suele ser decisivo. Incluso el PAR y CHA están más asentados en el territorio que los de Rivera, aunque tienen menos votos.

El mismo problema tiene Vox, que casi tiene garantizada la representación en las tres provincia porque superará con holgura el 3% que es imprescindible para obtener escaños. Más complicado lo tendrá en los ayuntamientos, que requieren un 5%, aunque es casi seguro que tendrán concejales en las tres capitales. Lo que no está claro es que sirvan para que sume la derecha.