Nadal alcanza la semifinal tras otro partido sufrido ante Struff

Con un passing magistral, Rafael Nadal llevó el puño al cielo barcelonés. Superada otra ronda, el balear ya está en semifinales del Conde de Godó. Aunque Jan-Lennard Struff le plantó cara para obligarlo a seguir buscando sus mejores golpes. Por el momento, le sirvieron para ganar al alemán, con altibajos, desaprovechando un 4-1 a favor en el primer set. Pero sabe que tiene que subir el nivel ahora que llegan las rondas finales.

Persigue Rafael Nadal ese nivel que le otorgue confianza plena para el final de la temporada de tierra batida. Va por el buen camino, aunque el día a día sea duro y mucho más complicado que otros años. No obstante, ya está en las semifinales del Conde de Godó, y cada victoria es un paso más hacia sí mismo.

Ayer, ante Jan Lennard-Struff, el balear subió varios enteros, aunque sigue sin desprender esa superioridad que le ha acompañado durante toda su carrera en tierra batida. Aceleró en el pulso con el alemán a pesar de sufrir algún que otro altibajo contra un rival incómodo, con un tenis difícil de entender y con el que no era sencillo encontrar buen ritmo.

Al número 2 del mundo se le vio algo más fresco que en rondas anteriores, más convencido de que está en el proceso de encontrarse para pelear por todos los títulos. Enseguida encontró las debilidades del alemán, nervioso en los primeros instantes y con demasiados huecos en su estrategia de subir a la red golpe sí golpe también. Todavía con margen para mejorar su contundencia con la derecha, el de Manacor hurgó en la temblorosa mano del rival y enseguida se puso con ventaja.

Pero que a Nadal aún le queda para ser ese Nadal que saca lustre a la tierra batida se notó a partir de ahí. Un bajón de confianza y un repunte de la agresividad del alemán lo hicieron desaprovechar un 4-1 y lo obligaron a sacar su lado más trabajador para llevarse el set.

Struff continuó apostando por la velocidad en el golpeo, pero en la segunda manga Nadal mantuvo siempre la situación más controlada, más seguro incluso en las veces en las que su servicio le jugaba malas pasadas y tenía que revertir situaciones de peligro. El marcador se mantuvo igualado hasta que la mayor experiencia del español acabó por desequilibrar las esperanzas del alemán. Al resto, con un passing shot marca de la casa con el que sacó la rabia acumulada, el balear atrapó la semifinal. Queda todavía para ver a ese Nadal extraordinario en tierra, pero está en proceso. Hoy (16.00 horas, Teledeporte), toca Dominic Thiem o Guido Pella. Prueba de nivel.