La crisis desatada en el PSOE por el disgusto de Pilar Alegría con la lista elegida para el Ayuntamiento de Zaragoza, que ella encabeza, se resolverá definitivamente en Ferraz. Así lo certificó el secretario de organización provincial, Juan Antonio Sánchez Quero, que se negó públicamente a hacer cualquier cambio en las listas salvo que Ferraz lo dictamine. Y allí, a la sede central, acudió ayer el secretario general de los socialistas aragoneses, Javier Lambán, convocado de urgencia por el secretario de organización –y ministro de Fomento–, José Luis Ábalos, por este asunto.
Los acontecimientos se han desarrollado con rapidez desde que, la semana pasada, saltase la noticia de que la candidata socialista a la alcaldía de Zaragoza, Pilar Alegría, firmaba un acta de disconformidad respecto a la que tenía que ser su lista, elegida por los votos de las distintas agrupaciones y ratificadas por el comité provincial. Aunque públicamente no ha comentado el asunto, entendía que debía tener más peso en la elección de sus puestos de confianza, con cuatro nombres.
«GENEROSIDAD»
Ante la creciente tensión interna, Javier Lambán aprovechó el comité regional del partido celebrado anteayer en Zaragoza para lanzar un aviso público a navegantes. En él dejó claro que el PSOE abandera la democracia interna en la elaboración de las listas, pero también dio la razón a Alegría –que no estuvo presente– en que los cabezas de lista han de tener cierto peso en la elaboración de sus equipos.
Por ello, pidió al secretario de organización de Zaragoza, el también presidente de la diputación Juan Antonio Sánchez Quero, un esfuerzo de «inteligencia» y «generosidad» para intentar consensuar una lista y que Ferraz no tuviese que inmiscuirse en la organización autonómica. Al tiempo que se eliminaba la posibilidad de que el «lastre» de la polémica interna fuese aprovechada por el resto de partidos en la próxima campaña electoral.
Tras esta intervención, el escenario parecía haber quedado expedito para una negociación, pero dos acontecimientos dieron al traste con esta hipótesis. El primero, la convocatoria de Lambán a la reunión con Ábalos, que transcurrió en un ambiente «cordial», según fuentes consultadas, y fue monográfica sobre este asunto.
Pocas horas después, el PSOE zaragozano zanjaba definitivamente cualquier posibilidad de modificación de listas antes de que lleguen a Ferraz, mañana. En un comunicado, Sánchez Quero dejaba claro que «los plazos para negociar la candidatura expiraron hace días y que el único órgano que puede intervenir ahora es la Ejecutiva Federal del partido».
El líder provincial de los socialistas obviaba el requerimiento del autonómico incidiendo en que se imponía «aparcar los personalismos en favor del proyecto político, la voluntad de las bases y el interés general», al tiempo que defendía un escrupuloso respeto al «largo y generoso proceso de diálogo» y a la «democracia interna» de las que han surgido las listas. Cualquier cambio sería «traicionarla», exponía.
Sánchez Quero animó a aceptar «con lealtad» las listas definitivas que salgan de la aprobación de Ferraz, sean cuales sean.
Al respecto, la idea del PSOE a nivel nacional no está clara respecto a la polémica zaragozana, a falta de lo que se decida mañana. Probablemente nada cambie.
RELEVOS
Sí está más definido el cambio de algunos de los puestos en las listas de las Cortes, como ha venido apuntando este diario, buscando una mayor afinidad con Pedro Sánchez. Así, según le dejaron claro a Lambán ayer, el actual comisionado de la Infancia, Paul Marí-Klose, sustituirá como número dos de la lista provincial de Zaragoza al Congreso a Óscar Galeano.
La dirección nacional también quiere sustituir al frente de la lista provincial de Teruel al actual inquilino del puesto, Ignacio Urquizu, y pidieron al PSOE aragonés una alternativa. De momento lo dejaron en manos de Lambán. También quieren a Miguel Dalmau como integrante de la lista al Senado y ofrecieron a Aragón un puesto a las europeas.
