Lambán no aceptará que la mesa de diálogo sobre Cataluña tenga efectos en Aragón

El presidente de Aragón, Javier Lambán, no aceptará ningún efecto de la mesa de diálogo entre partidos catalanes y el Gobierno y ha advertido que lo que desborde el ámbito del Estatuto catalán será una decisión nacional y, por tanto, tiene el derecho y la obligación de estar representado y dar su opinión.

Lo ha asegurado en una comparecencia en las Cortes, solicitada por el PAR, para explicar las partidas relativas a Aragón en los Presupuestos Generales del Estado y pese a que su portavoz, Arturo Aliaga, ha resaltado que no quería hablar «de otras cosas» porque registró esta solicitud el 17 de enero.

Aliaga desconoce si habrá o no Presupuestos del Estado, que en caso afirmativo estarán «en mayo, junio o julio», pero ha advertido de los «recortes» que puede sufrir Aragón en la negociación, como sucedió en 2018, porque algunos se llevaron «su cacho».

Pese a su interés en centrar el debate en las partidas de Aragón, el debate ha derivado en la posible mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat.

Lambán ha reconocido que el «dichoso relator» está creando «confusión» por las contradicciones existentes entre el Gobierno y la Generalitat sobre la «mesa para la que sirve» y ha apuntado que, en cualquier caso, «nace muerta» porque está «incompleta» y «falta representación» de algunos de los partidos políticos más importantes de Cataluña.

Cree por tanto que «no surtirá ningún efecto», pero si así fuera no los aceptaría si trascienden el ámbito del Estatuto Catalán, ha insistido el presidente, quien ha agregado que Pedro Sánchez ha sido «sorprendido en su buena fe» por unos independentistas que «desde los tiempos de Azaña y pasando por los políticos de la Transición, son congénitamente desleales, mentirosos y no se puede uno fiar de ellos».

«No estoy orgulloso de las alianzas y acuerdos que el PSOE puede hacer con los separatistas, estoy en las antípodas de los separatistas», ha asegurado Lambán, quien ha preguntado al presidente del PP, Luis María Beamonte, si él está orgulloso o en las antípodas de VOX.

A su juicio, el problema que tiene España, incluso más que el de Cataluña, es la falta de cooperación de los partidos constitucionalistas, que en sus luchas espurias por el poder recurren a socios «absolutamente indeseables» desde el punto de vista de la política y democrático, como son «los separatistas y la extrema derecha de VOX».

Dos fuerzas que se «retroalimentan» y que los constitucionalistas deberían evitar que pasen a formar parte de alianzas de gobierno o parlamentarias, ha concluido.

Antes, el líder del PP, Luis María Beamonte, ha aseverado que los presupuestos son una «vergüenza para los españoles de bien y están manchados de sangre y de golpismo», ha denunciado la consumación del «chantaje» con esa «mediación» con los independentistas y ha instado a Lambán a que aclare si está con la unidad de España o con Pedro Sánchez y a que exija al presidente, por dignidad y sentido de estado, que convoque elecciones generales.

Maru Díaz, de Podemos, tras recriminar a los partidos de centroderecha que solo salgan a la calle a «limitar derechos», ha pedido a Lambán que no copie sus discursos porque después, como se ha visto en Andalucía, la gente vota «pata negra» y, además, ha defendido que los PGE, además de inversiones, contienen cosas que sí mejoran la vida de los aragoneses, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o del gasto social un 57 %.

La portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, tras considerar que ni Lambán se cree las bondades de estos presupuestos para Aragón, ha pedido que aclare su opinión sobre las negociaciones de su jefe de filas con «relatores» para sacarlos adelante, «vendiendo a España» y consolidando las desigualdades entre comunidades solo para satisfacer a los independentistas. Y si no lo está, le ha invitado a que el domingo acuda a Madrid a manifestarse y decir que «España no se vende».

El portavoz del PSOE, Javier Sada, ha reprochado a Gaspar que no haya dicho una sola palabra de Aragón ni de los aragoneses, lo que en su opinión evidencia que a Ciudadanos la comunidad le importa «un bledo», y ha criticado que algunos partidos prefieran debatir de «rumores» y no de los presupuestos, que para Aragón son fundamentales en gasto social y, aunque siempre sean insuficientes, incluyen la mayor cuantía en inversión desde 2011.

Por el grupo Mixto, Gregorio Briz, de CHA, ha lamentado que estos presupuestos, en los que Aragón sale perjudicada frente a otras comunidades, pueden costar «sudor y lágrimas» y además puede ser fallido, pero ha rechazado hablar del «elefante» y ha incidido en que el debate pendiente, que no se afronta, es la reforma de la Constitución para «encajar territorialmente a España de una vez».