Tendrá que pasar mucho tiempo para que el público americano olvide la tremenda actuación de Fernando Alonso en las 24 horas de Daytona. El español se convirtió en el total protagonista de la carrera gracias a sus épicas remontadas, la conducción sobre pista mojada, el fuerte viento y unas condiciones muy complicadas repletas de neutralizaciones, varias suspensiones de la competición y mucho tráfico con múltiples salidas de pista. El equipo de Alonso, el Cadillac Minolta Konica, gestionó muy bien las 24 horas, la estrategia, los repostajes y los neumáticos. Sus compañeros, Taylor, Van der Zande y Kobayashi, no cometieron errores y llevaron el coche intacto al siguiente relevo. Algo que era fundamental. Y así ocurrió, salvo que Alonso estuvo presente en los momentos claves de la carrera. Sin duda, fue el héroe las 24 horas de Daytona porque su rendimiento con el asfalto mojado era infinitamente superior a sus rivales, muchos de ellos ex pilotos de F-1 y la mayoría con mucha más experiencia en el campeonato que el propio piloto español.
A falta de dos horas para el final Alonso regresó a la pista bajo un fuerte aguacero y presionó a su rival, Felipe Nars, desde la segunda plaza hasta que el brasileño cometió un error y se pasó de frenada. Esto lo aprovechó Alonso para alcanzar el primer puesto y no abandonarlo hasta conseguir el triunfo. La dirección de carrera decidió suspender la carrera a falta de dos horas para el final y, debido al temporal, la suspensión fue definitiva. Alonso cumplió su sueño de ganar en Daytona y suma a sus triunfos en la Formula 1 y Le Mans la victoria en este lugar mágico para el automovilismo.
