El temporal cierra dos puertos de montaña en el Pirineo y obliga a usar cadenas en más de 500 km de carreteras

La alerta por temporal de nieve se ha cumplido y desde primera hora de este miércoles es imposible circular por las carreteras del Pirineo, salvo que se lleven cadenas o neumáticos. La situación se ha ido complicando a lo largo de la mañana y se prevé que pueda continuar así todo el día, según indican las previsiones meteorológicas. El frente ha afectado a primera hora a la Jacetania y el Alto Gállego, principalmente, pero luego se ha extendido hacia el este, al Sobrarbe y la Ribagorza. También está nevando en la provincia de Teruel.

La afección más grave por la nieve está en dos puertos de montaña en el límite con Francia, que han tenido que ser cerrados. Es imposible atravesar a Francia por la A-136, a través del Portalet. Lo mismo ocurre por la N-330a, en Canfranc, que se encuentra intransitable, aunque en este caso existe la alternativa del túnel de Somport.

La Dirección General de Tráfico, en vista de la situación, ha establecido embolsamiento de camiones para evitar los colapsos que se han dado en otras ocasiones en el puerto de Monrepós. Y es que hay cadenas desde Nueno a la frontera, donde se espera que se acumulen 9 cm. Los vehículos pesados disponen de áreas para esperar a que pase el temporal en varios puntos del recorrido en la A-23 y la N-330. Los que se dirijan desde Zaragoza al Pirineo por la autovía A-23 ya se están parando en Zaragoza, porque las áreas de servicio de Zuera, Nueno y Gurrea de Gállego están llenas, según señalans desde la DGT. No obstante, los camiones que se dirijan a Huesca pueden circular con absoluta normalidad, solo se para a los vehículos pesados que quieran llegar a Francia porque los pasos están cerrados. Los que proceden de la frontera tienen paradas habilitadas en Sabiñánigo, Hostal de Ipiés, Villanúa o Canfranc.

Las cadenas afectaban a media mañana a un total de 553 kilómetros de la red principal de carreteras, prácticamente la totalidad de los ejes viarios del Pirineo. En cuanto a las carreteras nacionales dependientes del Ministerio de Fomento, la autovía A-23 tiene restricciones en todos sus tramos, los que ya están abiertos, de Nueno a Caldearenas y de Sabiñánigo a Jaca. En cuanto a este recorrido por la N-330, son obligatorias las cadenas en 80 kilómetros desde Nueno a Canfranc.

Otras nacionales con limitaciones para circular son la N-260, en el eje que vertebra el Pirineo de este a oeste, entre Montanuy y Foradada del Toscar, a lo largo de 51 kilómetros; y la N-260a, desde Fiscal a Broto. Las nevadas han llegado incluso a Graus y Benabarre, ya que son necesarias las cadenas en la N-123, de Graus a Benabarre. También en la N-240, de Jaca a Villareal de la Canal.

El temporal complica el tráfico igualmente en los más importantes ejes autonómicos del Pirineo, como la A-136 por el valle de Tena, desde Biescas a la frontera del Portalet; la A-132, desde Arrés a Salinas de Jaca; la A-176, desde Puente la Reina de Jaca a Ansó; o la A-2606, en Panticosa.  En el valle de Benasque, en la A-139, las restricciones van desde Castejón de Sos a Llanos del Hospital. Pero incluso existen dificultades en puntos situados a menor altitud, como la A-138, en El Grado, donde debía circularse con cadenas desde esta localidad hasta el final de la carretera en Bielsa, ya en la frontera con Francia.

En cuanto a carreteras secundarias también de la red autonómica, las limitaciones se extienden a otros 250 kilómetros, en Ligüerre, de El Grado a Abizanda por Naval, de Sarvisé a Escalona, de Lanave a Boltaña, de Tolva a Castigaleu, de Lascuarre a Arén, de Benabarre a Laguarres, de Graus al valle de Arán, de Benasque a Ampriu, de Bielsa al parador, de Plan a Gistaín y de Salinas a Castejón de Sos.

En Teruel están afectados diversos tramos en Gudar (A-228), Cedrillas (A-226), Cañada Vellida (N-240), Monterde de Albarracín (A-2515) o La Puebla de Valverde (TE-V-8011).