Sánchez rectifica y presentará los PGE tras el fiasco andaluz

Después de manifestar durante la Cumbre Iberoamericana en Guatemala, hace poco más de dos semanas, que no iba a «marear a los españoles» con un debate infructuoso si no se tenían los apoyos suficientes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a cambiar de estrategia. Y con ello vuelve al plan original de presentar el proyecto de Presupuestos tras el puente de la Constitución. Es lo que tiene dar tantos giros, que a veces es de 360 grados.

Al calor de las movilizaciones en Cataluña, Sánchez empezó a virar el rumbo y el batacazo electoral en Andalucía ha terminado de convencerlo. Durante una entrevista en Telecinco, Sánchez confirmó que en un Consejo de Ministros del mes de enero «vamos a aprobar la propuesta de Presupuestos» y que ese mismo mes la llevará al Congreso de los Diputados.

En lo que respecta a la aritmética parlamentaria nada ha cambiado. Sánchez por ahora solo cuenta con los apoyos de Unidos Podemos, y ayer reconoció que «espera» poder contar con los apoyos del PNV. Ni una palabra sobre los independentistas catalanes. Y es que en el nuevo Sánchez, distinto al del mes pasado, marcar diferencias con los independentistas es fundamental.

El presidente intentará aprobar los Presupuestos para alargar la legislatura, ya que los resultados en Andalucía han hecho que el Gobierno tenga serias dudas sobre la fortaleza de su marca. Y para remediar eso es fundamental la construcción del relato. Para ello tiene Sánchez todo un equipo electoral en Moncloa, que no supo ver el batacazo andaluz, midiendo los tiempos de la legislatura.

«El Ejecutivo va a hacer su tarea. Tendrán que explicarlo a los ciudadanos», dijo Sánchez cuando se refirió a qué sucedería si los partidos independentistas no apoyan los Presupuestos. Pero lo cierto es que Sánchez se juega su continuidad y la convocatoria de unas elecciones anticipadas. Porque aunque quiso insistir en que «vamos a intentar que salgan los Presupuestos», también admitió que el fracaso en ese empeño haría que «el Gobierno tendría que replantearse muchas cosas». Aquí se abre el escenario del adelanto electoral, tanto en el mes de marzo como la posibilidad de que las elecciones generales coincidan con la convocatoria de municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.

Eso sí, antes de ir a las urnas, alimentará su relato intentando aprobar algunas medidas como cartel electoral: «En caso de no salir adelante aprobaremos a través de reales decretos leyes algunas cuestiones que estarán en esos Presupuestos».

Agita el miedo a Vox

El segundo motivo por el que Sánchez ha decidido volver a cambiar de opinión es porque del mal resultado en las elecciones andaluzas ha sacado un elemento retórico a su favor, y es la irrupción de Vox. Durante la entrevista, Sánchez reprochó a PP y Ciudadanos «abrazar los argumentos de Vox» y se ha mostrado preocupado por su pujanza.

Los socialistas agitan ese fantasma como elemento de presión para los independentistas. Y en caso de que sigan sin plegarse al afán de Sánchez, en el PSOE ven en este fenómeno la palanca para aglutinar en torno al presidente a un electorado progresista que en Andalucía se ha demostrado muy desmovilizado.