Teodoro García Egea: «Hay un pacto oculto de Sánchez con los independentistas»

La entrevista se celebró el jueves en su despacho, con un poco de retraso porque le acababa de llamar Rajoy para tomar un café. La nueva generación que ha tomado el testigo se percibe en Génova en todo. Cuando acaba la entrevista el «número dos» bromea con su jefe de Gabineete sobre si tienen que instalarse una «play» y sobre sus partidas de Fortnite. Nuevos tiempos para volver a los once millones de votos.

¿Ustedes han empezado ya a pedir elecciones generales. ¿Realmente creen que va a haber un adelanto electoral?

Las elecciones no le vienen bien ni a Pedro Sánchez ni tampoco a Susana Díaz. Pero España necesita estabilidad y desde la moción de censura hemos ido de mal en peor. España necesita hacer un borrón y cuenta nueva frente a un Gobierno de Sánchez que se cae a trozos.

¿Se identifica con los que en su partido piensan que la moción de censura debió gestionarse de otra manera?

La responsabilidad de la moción de censura no es del PP. Es de Pedro Sánchez, de Albert Rivera, que agitó la idea de que la Legislatura había llegado a su fin, y del PNV y de los partidos independentistas que la apoyaron. Y el resultado fue un Gobierno que no está cohesionado y que no responde a ningún interés general, sino a seguir sosteniendo a Pedro Sánchez en el poder. Estamos ante los andamios de una casa en ruinas, y se van cayendo poco a poco

El Gobierno se queja de que hay una campaña para desestabilizarlo y que ustedes están colaborando con la estrategia de un «chantajista», por el ex comisario Villarejo.

Sánchez puso en marcha la operación para acabar con su propio Gobierno cuando estaba en la oposición por las declaraciones que hizo, por las acusaciones que lanzó contra otros y por la altura en la que colocó los listones. No se puede decir durante el debate de la moción que en otros países se dimite por plagiar y cuando te pillan a ti en un renuncio no dar ninguna explicación. O decir que cesaría a cualquiera que usara una sociedad pantalla para comprarse una vivienda y ahora hacer como que no pasa nada. Nos dijo que éste era el Gobierno de la dignidad y lo primero que hizo fue nombrar como ministro de Agricultura a un imputado. Su problema es que está preso de sus propias palabras.

¿Pedirán la dimisión del ministro Duque?

Yo no conozco a nadie que se compre en España una vivienda con una sociedad interpuesta. El ministro de Ciencia debe dar más explicaciones y si lo hizo para ahorrarse impuestos tiene un problema.

Han reprobado a la ministra Delgado. ¿Pero sigue siendo una interlocutora válida?

Cualquiera puede hacer un comentario desafortunado. Pero ella es la notaria mayor del Reino, encargada de dar fe de las tomas de posesión y de los actos de los ministros, y esta responsabilidad no puede tenerla alguien con su credibilidad cuestionada por haber mentido sobre su relación con Villarejo. Cada día que pase será un lastre para el Gobierno de Sánchez y para los Gobiernos autonómicos.

¿Qué piensa del ex comisario Villarejo? Como superviviente de Gobiernos del PP y del PSOE.

Estamos hablando de puestos muy técnicos, y al final uno se puede equivocar cuando respeta la cadena de mando y confía en alguien que estaba ahí. No creo que ni en el Gobierno del PP ni en el del PSOE estuvieran al tanto al detalle de sus actividades. Es difícil dar con la clave y evitar que no pasen cosas como ésta. Pero lo que no vale es decir una cosa en la oposición y otra en el Gobierno.

¿No será que le tenían miedo?

No lo creo.

Fin del «caso máster». ¿Qué supone para el PP?

El mal llamado «caso máster», porque estamos hablando de un curso de doctorado habilitante de hace 11 años. Y no podía tener otro final porque era un caso absurdo y sobre una cuestión menor. A mí lo que me preocupa es que un Tribunal Supremo, que tiene sobre la mesa el golpe de Estado en Cataluña, casos de lucha contra el crimen organizado o temas de seguridad muy importantes, se dedique a corregir exámenes de un alumno de hace 11 años. Y que los grupos aprovechen esto para montar una comisión de investigación da cuenta del vacío ideológico de los partidos. Casado dio en todo momento explicaciones, al contrario que Sánchez, Dolores Delgado o Pedro Duque.

¿Por qué la tesis del presidente del Gobierno sí se merece que se le preste atención? Ustedes han pedido hasta una comparecencia monográfica en el Congreso.

La tesis es una cuestión distinta porque estamos hablando de un documento habilitante que te da el grado académico máximo que puede tener una persona. Si hay sospechas sobre plagio o irregularidades el señor Sánchez debe dar explicaciones. Casado enseñó sus trabajos a más de 60 periodistas y canceló su viaje a Colombia para dar una rueda de prensa cuando la juez ordinaria elevó la exposición de motivos al Supremo.

¿Cree que hay un pacto oculto de Sánchez con los independentistas?

Lo hemos comprobado. Hemos visto que después de que a Sánchez le hicieran presidente, han intentado que la Fiscalía cambie el criterio con los golpistas; le han perdonado parte de la deuda a Cataluña; están bailando al son que toca el señor Torra; han propuesto, incluso, insultando a jueces y fiscales que hacen su trabajo, indultar a los políticos golpistas si son condenados. Solo les falta ponerse el lazo amarillo.

¿Cataluña está perdida?

Nosotros ya hemos dicho que hay que aplicar un 155 más duro. Y vamos a seguir con una batería de propuestas de reformas institucionales para reforzar el papel del Estado. En las próximas semanas presentaremos una iniciativa para la recuperación y estandarización de la educación como competencia del Estado. El Estado tiene competencias a nivel curricular, pero tiene transferida su administración. Y lo que nosotros planteamos es que se garanticen unos contenidos curriculares iguales en toda España, respetando la idiosincrasia de cada comunidad, que abarquen desde los 3 hasta los 18 años. La Educación debería ser como la Justicia, que está transferida, y las comunidades pagan a los jueces, se encargan de que los juzgados estén en orden y garantizan también la seguridad. Pero las sentencias y el ordenamiento y la jurisprudencia están unificados. No se aplica un derecho en Madrid y otro en Murcia. Pues eso mismo es lo que queremos que ocurra con la Educación.

Rajoy estuvo cuatro años con mayoría absoluta, y otros dos en minoría. ¿Por qué no lo hicieron cuando estaban en el Gobierno?

Las reformas educativas las ha impuesto siempre la izquierda. Y estos contenidos curriculares en toda España iban en la LOMCE, pero después de las últimas elecciones generales el PSOE, Csy Podemos evitaron que entraran en vigor. Ahora hay un nuevo PP, que recoge lo bueno del pasado, pero que mira al futuro y que tampoco tiene complejos en la defensa de las políticas en las que cree.

¿En qué se diferencia el nuevo PP del viejo PP?

El nuevo PP está orgulloso de su pasado y, de hecho, mantenemos una excelente relación con Aznar y con Rajoy. Pero ahora hay un nuevo equipo que llega dispuesto a hablar claro y a hacer un PP reconocible por sus principios de siempre. Nuestro objetivo es aglutinar todo lo que está a la derecha del PSOE y recuperar los 11 millones de votos que hemos llegado a tener.

De ese pasado del que se siente orgulloso forman parte Bárcenas, Gürtel y demás casos de corrupción que han afectado a las siglas de su partido.

Todos los que estamos hoy en primera línea dimos la cara en el pasado por el partido cuando la presión por esos casos de corrupción era brutal. Y lo hicimos por los alcaldes y por tantos otros cargos públicos que dedican sus vidas a trabajar por las siglas del partido de manera honesta y no se merecen que unos cuantos se hayan aprovechado de ellas. Nosotros no tenemos nada que ver con esos casos de corrupción ni conocemos a quienes los protagonizaron, y el horizonte no nos preocupa. Esa etapa ha quedado atrás y hay un nuevo tiempo que no tiene nada que ver con eso.

¿Qué van a hacer para recuperar los votos que les ha quitado Rivera?

Dar la cara. Hablar claro. Somos el único partido que puede ofrecer un cambio de gobierno y dejar atrás la etapa de Pedro Sánchez. Vamos a defender España. Y también vamos a liderar una amplia ofensiva en el Congreso, en el Senado y en todas las comunidades contra las subidas de impuestos. Las propuestas del PSOE son subir el diésel, subir el impuesto de sucesiones y donaciones incluso en las comunidades donde se ha eliminado, subir el de sociedades… El resultado de esta política ya se ha experimentado en Grecia y quienes salieron perdiendo fueron los jubilados y las personas más vulnerables.

¿El nuevo PP puede asegurar que con ellos no va a haber corrupción?

Un político corrupto no es un político, es un corrupto. Por eso, expulsaremos a todo el que venga a servirse y no a servir, que es para lo que están los políticos.

Usted se ha posicionado claramente en contra del aborto. Pero si llegaran a La Moncloa, ¿cambiarían la actual ley de plazos para volver otra vez a la legislación anterior?

Creemos que lo importante es proteger a la mujer embarazada. Hay que poner todos los mecanismos para que nunca a nadie se le pase por la cabeza tener que abortar por motivos económicos o por la presión del entorno o de la pareja. Hay que crear una red de protección a la mujer embarazada como la que hacen los voluntarios de Red Madre.

¿Le parece bien que se fiscalicen los bienes de la Iglesia y que se imponga la transparencia en el pago de impuestos?

Que dejen de mirar donde no les corresponde. Las personas que forman la Iglesias y sus asociaciones, como Cáritas o Jesús Abandonado, realizan una labor impagable. El Gobierno de Sánchez, debería apoyarles porque no hay dinero suficiente para pagar a esas personas que en muchas ocasiones se dejan la vida voluntaria y desinteresadamente.

¿Habrá una foto de Rajoy, Aznar y Casado juntos en la Convención Nacional?

Me encantaría.

¿Están trabajando en ello?

Sí.

¿No le preocupa la división que genera Aznar entre sus propios votantes?

Somos un equipo y un partido unido. Aunque es lógico que haya sensibilidades variadas. Una imagen de la convención en la que estén quienes han sido presidentes del Gobierno y quien lo será cuando convoque elecciones representa al conjunto del electorado de 11 millones de votos al que aspiramos.