Carolina Marín se ha quitado en China una espina que tenía clavada desde hace tiempo. La española se alzó con el Abierto de China al batir en la final a la jugadora local Yufei Chen por 21-18 y 21-13, en partido disputado en la localidad de Changzhou, y suma su cuarto título de la temporada tras el Europeo, el Mundial y el Abierto de Japón, conquistado hace sólo una semana.
El Abierto de China era una asignatura pendiente para la jugadora onubense, ya que nunca había logrado pasar de las semifinales en este torneo ni había ganado un torneo Super 1.000. Con esta motivación extra, Marín, que partía como sexta favorita, logró superar los momentos de mayor dificultad, cuando en el primer set perdía por 5-1, y en el segundo cuando tuvo que enfrentarse a marcador adverso de 9-13.
Tras un empate a 12 en el set inicial, la actual campeona olímpica se situó con ventaja (21-18). En el segundo parcial, Chen, quinta cabeza de serie, elevó la presión sobre la española y le endosó un parcial de 0-4 que situó el marcador en un 9-13.
La reacción de Marín fue espectacular: cerró el partido con un impresionante parcial de 12-0, tras 46 minutos de juego, ante la impotencia de su rival.
