Aznar se desentiende de ‘Gürtel’ en una comparecencia bronca con Rufián e Iglesias

El ex presidente del Gobierno José María Aznar, que dirigió el PP durante 14 años, comparece esta mañana en el Congreso en la comisión sobre la presunta financiación ilegal del partido. En sede parlamentaria, Aznar ha negado cualquier relación con la trama Gürtel y ha asegurado que «ni conocía ni contraté a Correa«, el cerebro de la red y que asistió incluso a la boda de su hija.

Aznar, que ha sido arropado hoy por la nueva dirección popular, en un nuevo gesto de reconciliación con él tras los años de distanciamiento con el PP de Mariano Rajoy, ha defendido también que durante la investigación judicial que, ha recordado, duró ocho años y tuvo tres jueces instructores, «en ninguna fase del procedimiento se consideró útil o necesaria» su «presencia». «Ni fui imputado ni citado a declarar».

En todo caso, ha dicho que se trata de una sentencia recurrida ante el Tribunal Supremo -por la primera etapa de Gürtel– en la que el PP ha sido condenado como partícipe a título lucrativo por beneficiarse de las actividades de la trama. El ex presidente ha señalado que esto implica que el partido no conocía lo que sucedía.

El PSOE exige que pida «perdón»

Rafael Simancas ha actuado esta mañana como portavoz del PSOE y es quien en primer lugar ha preguntado a Aznar y le ha exigido que pida perdón por el «bochorno» que la corrupción del PP ha provocado en la sociedad española. El ex líder popular ha calificado de «exagerado» colegir que el PP es un partido corrupto cuando el PSOE es la única formación «condenada» por corrupción. Ambos han mantenido un intenso tira y afloja dialéctico en el que Simancas ha sacado a colación el tamayazo que le impidió ser presidente de la Comunidad de Madrid y Aznar le ha reprochado las continuas rectificaciones del actual Gobierno.

Al margen de estos reproches, Aznar se ha mostrado firme en desvincularse de cualquier atisbo de corrupción en el PP. Ha negado la existencia de una caja B en el PP pese a que la investigación judicial la confirma «desde 1989». Al igual que la dirección de Mariano Rajoy él ha ligado estos desmanes a los tejemanejes de Luis Bárcenas. «Desconozco sus papeles». Como ha defendido siempre Rajoy, él no estaba al tanto de la gestión económica del PP.

Del mismo modo ha indicado que no existían sobresueldos en el PP. Ni los cobró, ni los ordenó ni los toleró. El ex presidente ha explicado que él cobraba «una retribución como diputado y otra como presidente, están declarados, no he recibido ni he ordenado, pude haber ayudado a personas perseguidas, que sufrían los embates del terrorismo». «Es ir demasiado lejos decir que he ordenado pagos irregulares, incluso para usted», le ha dicho a Simancas.

En su lance mutuo Aznar ha manifestado que igual los españoles están más «hastiados» del PSOE que del PP por gobernar con 84 diputados. «Igual también del PP, pero un poco menos».

Bronca con Gabriel Rufián

Si el debate entre Aznar y Simancas ya ha sido muy tenso, la comparecencia del ex presidente ha entrado en una fase absolutamente estrambótica en el diálogo que ha mantenido con el diputado de ERCGabriel Rufián. El bronco y callejero tono del portavoz de ERC ha conseguido enfadar a Aznar, que le ha reprochado su estilo «tabernario» y su «histrionismo» y se ha quejado al presidente de la comisión, el parlamentario de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, de tener que escuchar determinadas afirmaciones.

La conversación entre el ex jefe del PP y Rufián ha tenido varias derivadas. Desde la guerra de Irak, la participación española, la responsabilidad de Aznar y la muerte del cámara de Telecinco José Couso, hasta las críticas del ex presidente a los independentistas catalanes por «golpistas» o la defensa del portavoz de ERC de los «presos políticos».

Un continuo pim-pam-pum. Inédito. Del que Aznar ha acabado cansándose por las referencias de Rufián a la boda de su hija. «La boda de su hija que a mí me la trae al pairo, pero fue pagada por mordidas de la Gürtel. No lo dicen en una taberna, sale en autos judiciales», le ha preguntado el diputado catalán. «¿Tiene usted la vergüenza de decirme que no sabía lo que sucedía, mas que una boda parecía un cartel?».

Al principio, el ex dirigente del PP incluso ha bromeado: «Yo no me casé ese día pero parece bastante lógico que mi yerno vaya a la boda», ha contestado tras citar Rufián a Alejandro Agag, el marido de su hija, y a otras personas que han aparecido en algún caso de corrupción y que asistieron a ese evento. Pero después se ha negado a responder a las insinuaciones del diputado. Tras lamentar la situación de Eduardo Zaplana, en prisión preventiva pese a que sufre una severa leucemia, Aznar ha sostenido que está orgulloso de su Gobierno y que ninguno de los ministros que se han visto inmersos en investigaciones judiciales lo han sido por cuestiones relacionadas con su gestión ministerial.

Con el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, la batalla ha ido a más. El ex líder del PP ha mostrado su animadversión hacia el secretario general de Podemos, de quien ha dicho que le parece «un peligro para las libertades y la democracia en España».

Iglesias, por su parte, le le ha recordado en varias ocasiones la obligación de los comparecientes de decir la verdad y antes de despedirse, le ha indicado: «Hay algo triste en su intervención… Es el ex presidente de mi país. La imagen patética que acaba de dar en esta comisión es una mala noticia de este país…Le aseguro que trabajaré para que en mi patria nadie se tenga que avergonzar de tener ex presidentes como usted».

Aznar ha asegurado que está «muy orgulloso» de haber sido «el presidente del PP y del Gobierno de España» y ahora, como «simple afiliado del PP», al tiempo que ha recordado un soneto de Alejandro Guillermo Roemmers: «Vivir es mi pasión y mi aventura, de nada cuanto hice me arrepiento».

Pablo Casado y José María Aznar se saludan al inicio de la Comisión. | BERNARDO DÍAZ

El nuevo PP arropa a Aznar

A su llegada, Aznar ha sido recibido por el presidente del PP, Pablo Casado, un dirigente muy cercano al ex presidente, de quien fue jefe de gabinete cuando éste abandonó el Ejecutivo. El secretario general del partido, Teodoro García Egea, y la portavoz parlamentaria, Dolors Montserrat, también han entrado junto a él en la comisión.

Se trata de un gesto más por parte de la nueva cúpula popular tras años de profundas desavenencias entre Aznar y Mariano Rajoy. Casado ya intentó normalizar la relación del PP con el ex presidente popular nada más ser elegido, cuando lo citó en Génova para reunirse con él después de hacerlo con Rajoy y con el también ex líder del PP Antonio Hernández Mancha.