El FMI mejora la previsión de crecimiento de España al 2,8%, una décima más que el Gobierno

La primavera ha llegado a los organismos internacionales y a las previsiones sobre la economía española, que cotizan al alza entre las casas de análisis. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza las previsiones de crecimiento para la economía española de 2018 en cuatro y una décimas al 2,8% y al 2,2%, frente a sus augurios de enero. Ello supera el 2,7% de crecimiento augurado por el Gobierno en su último cuadro macroeconómico, publicado hace escasas dos semanas. Junto a ello, el organismo dirigido por Christine Lagarde también mejora sus pronósticos de desempleo, estimando que bajará al 15,5% este año y al 14,8% en 2019.

La revisión al alza se enmarca en un escenario de mejoras en toda Europa, aunque la de España es la mayor publicada entre las grandes economías continentales. El FMI eleva su estimación para la Eurozona en dos décimas al 2,4% este año, misma mejora que recoge Alemania, con la que el FMI proyecta un crecimiento del 2,5%, y que Francia, para la que estima un 2,1%. Italia se queda con un 1,5% tras un aumento de una décima este año, misma revisión que con Reino Unido, que crecerá un 1,6%.

Las últimas previsiones de enero del FMI estaban influidas por la crisis catalana, lo que le llevó a empeorar sus estimaciones para España. Tras la rueda de prensa de las previsiones, Gian Maria Milesi-Ferretti, director adjunto del Departamento de Investigación del FMI, ha afirmado a Efe que ello se debe a que la crisis política en la comunidad ha tenido un «menor impacto» de lo esperado. De esta forma, se repite el guión de la recuperación: los organismos mejoran gradualmente la estimación del Ejecutivo sobre la economía.

Pese a este florecimiento de las previsiones, el documento del FMI también incluye avisos sombríos para España: el Fondo llama a España a reducir su déficit estructural y así adelgazar su «alta deuda soberana». Un horizonte que se complica ante las «tendencias demográficas desfavorables», que el FMI arroja para España e Italia. Por el contrario, llama a invertir a otros países con márgenes como Alemania.

La otra asignatura pendiente en los documentos del organismo con sede en Washington es el mercado laboral. A la hora de pedir reformas a los países de la Eurozona, España encabeza la lista de deberes: «España debe intentar reducir la dualidad de su mercado laboral y de la protección del empleo entre los trabajadores fijos y temporales, y fijarse como objetivo fomentar las políticas activas de empleo para impulsar las perspectivas de los jóvenes y los desempleados de larga duración».

El Fondo también alaba la favorable senda de desapanalancamiento del sector privado, reflejando que la deuda exterior de España y la de Italia caerán en más de veinte puntos del PIB en los próximos años. Ya en 2017 la llamada Posición de Inversión Internacional Neta, que mide el saldo de un país con el exterior descontando sus activos en el extranjero, bajó al 80,8%, su menor nivel desde 2008. Pese a ello, España es el quinto país con un mayor pasivo con el exterior de la UE.

Alerta contra los riesgos de guerra comercial

Por lo demás, en el Estados Unidos (que crecerá un 2,9% propulsado por el impulso fiscal de Donald Trump, dos décimas más que hace unos meses) es el otro motor del crecimiento mundial, que, sin embargo, se mantiene inalterado en las estimaciones del Fondo: la economía global avanzará un 3,9% este año y el siguiente, mismo porcentaje que en las anteriores estimaciones.

Pero las perspectivas fluctúan según las declaraciones de Trump. «Una escalada en el ciclo de restricciones al comercio es otro riesgo», sentencia el consejero y director del servicio de estudios del FMI, Maurice Obstfeld.

«Que las economías avanzadas estén flirteando con la guerra comercial en un momento de expansión económica generalizada puede parecer paradójico», ha advertido Obstfeld. Como fuere, el FMI ha mantenido las previsiones de crecimiento para China en el 6,6%.