Los palestinos mantienen las protestas por el 70º aniversario de Israel

El Secretario General de la ONU Antonio Guterres, ha hecho un llamamiento este sábado para que se lleve a cabo una investigación independiente sobre la muerte de 16 palestinos durante los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza, donde más de 1.400 civiles han resultado heridos en las protestas de la llamada Gran Marcha del Retorno, convocada por varias organizaciones civiles y políticas palestinas en los territorios ocupados para reivindicar el derecho a volver de todos los refugiados. «El secretario general también ha pedido a los actores involucrados se abstengan de llevar a cabo cualquier tipo de acto que podría causar más muertes, en particular medidas que puedan poner en peligro a civiles», ha informado el portavoz de Guterres, Farhan Haq.

El comienzo de la Gran Marcha de Retorno coincidió con la conmemoración del Día de la Tierra, una fecha en la que los palestinos recuerdan la muerte, el 30 de marzo de 1976, de seis manifestantes palestinos, en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes, durante las protestas por una confiscación de tierras. El fin de las protestas coincidirá, el próximo 14 de mayo, con la conmemoración del Día de la Nakba —la catástrofe—, una fecha marcada por los palestinos como el éxodo de las tres cuartas partes de su pueblo tras el nacimiento del Estado de Israel, hace 70 años.

La ONU ha expresado su temor este sábado ante el Consejo de Seguridad de que la situación en Gaza «puede deteriorase aún más en los próximos días» y ha hecho un llamamiento para que los civiles, en especial los menores, no se conviertan en el blanco de los ataques militares en la zona. Al menos 16 palestinos han muerto y más de 1.400 han resultado heridos este viernes después de que las fuerzas de seguridad israelíes comenzasen a atacar a los participantes de una de las manifestaciones más multitudinarias en los últimos años, convocada a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel. Además, una veintena de los heridos se encuentran en estado crítico.

«Israel debe cumplir con sus responsabilidades bajo el Derecho Internacional y la ley humanitaria. El uso de fuerza letal solo debería existir como último recurso y en el caso de que hubiera muertes deberían ser investigadas de manera apropiada por las autoridades», ha declarado el responsable de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, Taye Brook Zerihoun.

Los palestinos también celebran este sábado una jornada de huelga y luto nacional por los 16 gazatíes muertos por fuego israelí en las protestas de la Gran Marcha del Retorno y que los medios palestinos califican de «masacre». Las escuelas, universidades, instituciones públicas y negocios privados cierran sus puertas este sábado, día laborable para la mayoría de palestinos, en Cisjordania, Jerusalén Este y en Gaza tras el llamamiento este viernes a la jornada de luto del presidente palestino, Mahmud Abás.

En la Franja se llevarán a cabo los funerales y entierros de los 16 fallecidos —la mayoría de ellos jóvenes en la veintena— en la marcha organizada con ocasión del Día de la Tierra, en la que cada año los palestinos conmemoran la muerte por Israel de seis árabes israelíes en Galilea en 1976 cuando protestaban contra la confiscación de tierras.

Según fuentes palestinas, unas 40.000 personas participaron en las protestas de ayer (30.000 según el Ejército israelí) y más de 1.400 fueron heridas: 800 de bala y otras 600 por inhalación de gases. Las manifestaciones de este viernes tuvieron lugar en cinco puntos de la Franja cercanos a la frontera, donde el movimiento islamista Hamás ha instalado tiendas de campaña, agua y enfermerías, y ha convocado a mantener una protesta durante mes y medio.

Los organizadores aseguraron que las marchas serían pacíficas y que no habría lanzamiento de piedras contra los soldados israelíes, apostados del otro lado de la divisoria, y que habían destacado a un centenar de tiradores y reforzado la seguridad ante el riesgo de ataques o infiltración en su territorio. Si bien al principio la marcha transcurrió en calma, más tarde hubo manifestantes palestinos que se acercaron a la verja más de lo permitido.

El Ejército israelí aseguró que respondió al lanzamiento de piedras, de neumáticos ardiendo y de cócteles molotov contra su territorio con disparos, granadas de estruendo y gases lacrimógenos contra los que considera principales instigadores de la protesta. También se dio la circunstancia de que este viernes fue el primer día de las celebraciones de la Pascua judía (Pessah), con lo que Israel, además de reforzar la seguridad en Jerusalén, ha decretado el cierre durante las fiestas de los territorios palestinos.