Zaragoza despedirá hoy al arzobispo emérito de la ciudad, Elías Yanes, en la capilla ardiente que se abrirá desde las 12.00 a las 20.30 horas en el Salón del Trono del palacio arzobispal, ubicado en la plaza de la Seo. Según informó el Arzobispado de Zaragoza, el recinto volverá a estar abierto mañana, de 9.00 a 11.30 horas, media hora antes de que comience el funeral en la basílica del Pilar, en cuya cripta será enterrado.
Yanes falleció anteayer por la noche en la Fundación Tobías, a los 90 años, tras un agravamiento de su estado de salud, que ya era delicado en los últimos años. La ciudad que consideraba suya, pese a haber nacido en las islas Canarias, tendrá la oportunidad de despedir a «una gran figura de la Iglesia española», como lo definió el actual arzobispo Vicente Jiménez, quien animó a rezar una oración por su eterno descanso y encomendarle a la Virgen del Pilar, de la que era un gran devoto. En todas las comunidades del arzobispado, según manda el Ceremonial de los Obispos, se ha de rezar y celebrar una misa o liturgia en su memoria.
Tras la noticia del fallecimiento, algunas personalidades aragonesas quisieron hacer públicas sus condolencias. Fue el caso del persidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, quien lamentó el fallecimiento de Yanes, al que consideraba «muy culto» y de un trato «exquisito», además de inteligente y que cumplió siempre sus misiones «con mucha eficacia».
En declaraciones a los medios antes de inaugurar la remodelación de una cooperativa, Lambán afirmó que trató a Yanes lo suficiente como para valorar que era una persona muy culta, un hombre de «conversación afable, plena de inteligencia por los cuatro costados». «Tanto dentro de su Iglesia como en su condición de ciudadano español cumplió siempre con mucha eficacia y dedicación sus cometidos», agregó Lambán, quien se refirió especialmente a «momentos cruciales» como la Transición, cuando Yanes era secretario del cardenal Tarancón, que desde la CEE fue un «instrumento fundamental para la llegada de la democracia a España».
HOMENAJE / Lambán confesó que ayer por la mañana, cuando se enteró de su muerte, hojeó como homenaje un libro que Yanes le entregó en el 2005, cuando se retiró y él era presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, y tuvieron mucho contacto al trabajar en los planes de recuperación de iglesias y arte religioso en los municipios de la provincia.
También el presidente del Partido Aragonés, Arturo Aliaga, lamentó el fallecimiento del arzobispo emérito de Zaragoz, recordando su papel en la restauración de la Seo y destacando que demostró «sobradamente su amor por Aragón», desde que fuera designado arzobispo en 1977.
También políticos del PP, como el presidente provincial, Javier Campoy y el portavoz municipal en la capital aragonesa, Jorge Azcón, quisieron motrar sus condolencias, en este caso a través de sendos tuits, en los que recordaron que fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad en el 2005.
Quienes no consideraron hacerlo fueron los representantes del actual equipo de Gobierno municipal de Zaragoza en Común.
Diversas entidades y personalidades religiosas, desde hermandades como la Sangre de Cristo o la Junta de Cofradías de Zaragoza mostraron su pesar a través de las redes o en actos como la exaltación infantil del tambor y el bombo.
